Los vecinos de Palomar, en el concejo de Ribera de Arriba, están hartos de que su pueblo "esté enfangado cada dos por tres" a causa de las averías de las tuberías de agua que pasan por debajo de sus caminos y que abastecen a Oviedo. La gota que colmó el vaso fue la rotura fortuita de un conducto de 650 milímetros de diámetro, el martes. Varios caminos, mobiliario urbano y los sótanos de tres viviendas de la localidad quedaron anegados en torno a las 9.30 horas, por lo que los residentes tuvieron que limpiar a chorro buena parte de las zonas afectadas. Así, el agua del depósito del que se nutre Palomar se agotó en poco más de veinticuatro horas y fue necesaria la intervención del Ayuntamiento de Ribera de Arriba, que llevó cisternas de agua para que los vecinos se sirvieran con garrafas o calderos.

A Antonio Prieto, vecino de Palomar, el martes se le inundó el garaje y, a excepción de los coches -que no estaban allí- se le estropearon los muebles que tenía almacenados. "Yo voy a Soto con garrafas para surtirme de agua, pero ya empiezo a estar muy cansado de que aquí haya un sinfín de fugas por culpa de las tuberías ovetenses.

Ángeles García, miembro de la Asociación de Vecinos Santa Leocadia de Palomar, aclara que los vecinos del pueblo son los encargados de mantener su propia red de agua, diferente a la que abastece a Oviedo. "Nuestro depósito está en la zona conocida como el Xuncal, y se ha quedado vacío por las labores de limpieza". Esta vecina, abogado de profesión, quiere depurar responsabilidades y asegura que pedirá a la Fiscalía que investigue la causa de "las continuas averías de los conductos" y una explicación de "por qué el municipio de Oviedo no pone en marcha la nueva traída de agua, ya construida". De hecho, la asociación vecinal celebrará una reunión el sábado en la que las fugas fortuitas de agua formarán parte de los puntos del día.

El conducto averiado el martes sufrió ayer otra fuga en torno a las 19 horas durante la instalación de un nuevo tramo de tubería para sustituir la sección defectuosa, lo que obligó a alargar los trabajos de reparación hasta la madrugada. Según un comunicado difundido por Aqualia (la empresa concesionaria del servicio de agua en Oviedo), una vez hecha la carga de la nueva sección apareció "otra pérdida de agua en las proximidades del tramo, aguas arriba del mismo".

El alcalde de Ribera de Arriba, José Ramón García Saiz, mostró ayer su preocupación por la posibilidad de que el resto de localidades de su concejo se quedasen sin agua. "La gente se ha puesto a llenar las bañeras por temor a quedarse sin agua, así que puede que el depósito que abastece a parte de Ribera de Arriba, en la zona del Cordial, se quede sin una gota".

Para evitar que los ovetenses se quedaran sin agua en sus hogares, el Ayuntamiento y Aqualia se vieron obligados a desviar el suministro a la capital, tal y como explicó la concejala de Aguas, Trinidad Ordiz (PP): "El abastecimiento a Oviedo está asegurado porque el suministro se hace de forma alternativa desde el depósito de Cuyences, a través de Cadasa (Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento en el Principado de Asturias).