La manifestación contra la privatización de la sanidad asturiana que, promovida por los trabajadores del Hospital Universitario Central de Asturias organizados en la plataforma SOS HUCA, recorrerá mañana el centro de Oviedo fue presentada como "el altavoz" de las reclamaciones de los trabajadores de la salud. Así lo expresó Andrés Ron Vilanova, uno de sus impulsores. "La Administración silencia cualquier reivindicación de los profesionales sanitarios y ahora, en lugar de tender telones y presentar escenarios de cartón piedra, va a tener que dar explicaciones", manifestó. Sus organizadores denuncian una merma de la calidad asistencial reflejada en las listas de espera y el "autoritarismo y sordera de las autoridades sanitarias" y reclaman oposiciones para dotar de personal estable los centros sanitarios y una auditoría sobre el gasto en la construcción del nuevo HUCA.

"La sanidad asturiana se encuentra indefensa", alertó ayer Esther González Debén, también de SOS HUCA, animando a la participación en la marcha, que mañana saldrá de la estación de Renfe a las seis de la tarde y que, tras recorrer Uría, acabará ante la sede del Servicio de Salud, en la plaza del Carbayón.

La llamada no está dirigida "solo a los profesionales, sino a la sociedad asturiana en su conjunto" y se extiende a sindicatos y organizaciones sociales. Uno de sus propósitos, según sus promotores, es extender el movimiento surgido en el HUCA a toda Asturias.

SOS HUCA expuso las razones de su convocatoria ayer en el hospital ovetense en el que, según Andrés Ron Vilanova, "se dan las peores condiciones laborales, agravadas por un traslado desastroso". "La construcción de este hospital tiene carencias muy importantes", señaló su compañera González Debén. Esta se refirió a la empresa pública Gispasa como "una pantalla" para ocultar los costes reales del complejo hospitalario.