El objetivo es contagiar el malestar y el espíritu beligerante desde Oviedo a toda Asturias. "El 'SOS HUCA', y también la 'mareona sanitaria' de Gijón, hay que extenderlos a las otras áreas", proclamó Andrés Fernández Vilanova, médico residente de pediatría del HUCA, cuando los participantes en la manifestación de ayer en defensa de una sanidad "universal y pública" llegaron a la Plaza del Carbayón después de recorrer la calle Uría y un tramo de Argüelles.

Fue una movilización sanitaria diferente a casi todas las anteriores, sin enseña alguna ni de partidos ni de sindicatos del sector. Sólo la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) figuraba en una de las pancartas. Lo demás eran lemas contra la presunta privatización de la sanidad pública regional y, singularmente, contra Gispasa, la empresa pública que ha construido los nuevos Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y el Álvarez-Buylla de Mieres, y que ahora gestiona algunos servicios no sanitarios de estos equipamientos. "Externalizar es lo mismo que robar", coreaban los manifestantes, quienes también dedicaron cánticos al consejero de Sanidad. "Faustino Blanco trabaya pa' los bancos".

La Policía Nacional cifró la participación en "500 ó 600 personas". Los organizadores la llevaron hasta el millar. Tal vez en el medio de unos y otros se halle la estadística más exacta. Eso sí, teniendo en cuenta que a la marcha se sumaron afectados de varias empresas de la región que han ejecutado despidos; también estudiantes de medicina y enfermería; pacientes de hepatitis C que reclaman el acceso a los tratamientos de última generación; e incluso detractores de las "redadas, detenciones y deportaciones" de inmigrantes irregulares.

"Nun vamos de farol, esto nun ye una gamberrada", declaró Fernández Vilanova, guía de la marcha, tras responder afirmativamente a la pregunta de si entre los descontentos figuran trabajadores de los servicios centrales de la Consejería de Sanidad. En ese mismo momento, Emilio León, máximo favorito para encabezar la lista autonómica de Podemos, hacía fotografías con su teléfono móvil. "En absoluto esto es una iniciativa de Podemos. Hay gente de partidos y sindicatos diferentes. Es transversal", aseguró Fernández Vilanova, quien tiempo atrás alcanzó notoriedad como uno de los líderes del centro social autogestionado "La Madreña", que precisamente consistió en la "okupación" de la antigua sede de la Consejería de Sanidad.

La marcha arrancó a las seis y cuarto de la estación de Renfe y media hora más tarde estaba en la Plaza del Carbayón, ante la sede del Servicio de Salud del Principado (Sespa). En ese momento, y por gentileza de un micrófono y unos potentes altavoces cedidos por la CSI, se anunció un turno de discursos. "Tampoco vamos a enrollarnos mucho", anunció el doctor Fernández Vilanova.

Media hora duraron las alocuciones, cuyos protagonistas fueron Daniel Rodríguez Latorre, radiofísico del HUCA también enrolado en Podemos; el psicólogo clínico Francisco Estévez, del centro de salud mental de El Coto, de Gijón; Esther González Debén, técnica de laboratorio; Sergio Calleja, neurólogo del HUCA; y Pablo González, médico de atención primaria. Pese al frío, buena parte de los manifestantes aguantaron hasta el final. Sergio Calleja denunció las grandes esperas en algunas especialidades -destacó las de dermatología- y lamentó las muertes de enfermos del corazón debido a las demoras en las intervenciones que precisaban.

Para cerrar el acto, Andrés Fernández Vilanova declaró al movimiento iniciado ayer "encargado de velar por la sanidad asturiana, que ser universal y pública".