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Azparren: "De todas las profesiones, la más bonita es la de mediador"

El magistrado en excedencia obtiene un 95% de éxito en resolución de conflictos

Agustín Azparren, ayer, en Mijares Abogados. NACHO OREJAS

El abogado Ramón Fernández Mijares presentó ayer a Agustín Azparren Lucas como el hombre que en la profesión jurídica ha hecho de todo. Es cierto: ha sido abogado, fiscal y también juez. Ahora es magistrado en excedencia y desde hace poco más de un año se dedica a la mediación -sobre todo a la bancaria- en el despacho Martínez Echevarría de Marbella, con un 95 por ciento de éxito en resolución de conflictos. "De todas las profesiones, la más bonita es la de mediador. La satisfacción y el agradecimiento de las personas cuando resuelves problemas que para ellos son graves es reconfortante", explicó ayer durante una conferencia sobre mediación bancaria en el despacho de Mijares Abogados.

Agustín Azparren comenzó explicando que la mediación bancaria es mucho más frecuente de lo que se piensa en los despachos de abogados de los países de nuestro entorno. "En algunos de Londres el 60 por ciento es mediación y el resto queda parala abogacía; ha habido una evolución", señaló.

El tiempo medio que emplea en la resolución de un conflicto oscila entre los quince días y un mes. Aunque los plazos se demoran mucho más o restrasan el proceso si las partes ya han iniciado tramites judiciales. Así, en la mediación bancaria, los casos más frecuentes tienen que ver con las cláusulas suelo. "Es muy importante para familias que están apretadas y pagar 200 euros al mes por la cláusula equivale a la comida de esos treinta días. En realidad estás resolviendo un problema humano", manifestó.

El magistrado en excedencia también explicó la dificultad que le suponía, al principio, en la mediación bancaria, dejar a un lado el papel de juez. "Si eres juez, la Constitución dice que protejas a la parte que está en desventaja, al más débil, en este caso los consumidores. Hay que ser parcial por mandato constitucional porque existe unta total asimetría. Sin embargo, para la mediación no sirve", manifestó. "Uno de los papeles mas complicados es mantener la neutralidad, máxime cuando estás viendo que existe asimetría. La clave del mediador es la confianza de las dos partes", aclaró. "Hay que partir de una realidad: que a una de ellas le puede interesar más llegar a un acuerdo que a la otra", añadió Agustín Azparren en su explicación.

El mediador también detalló que, en muchos casos, prefiere no celebrar una reunión conjunta entre los contendientes para evitar confrontaciones. Pero este método tiene otras ventajas. "Manteniendo reuniones con cada uno por separado conoces su criterio y hasta dónde están dispuestas a llegar. Las personas son más sinceras en las reuniones individuales, te dan más información. Quizás reconocen cosas que no están dispuestas a asumir si el otro está escuchando", sostiene. Y tampoco le hace ascos a las comunicaciones electrónicas. "En muchos casos se hace mediación electrónica. He conseguido acuerdos sin conocer a los clientes. A veces es un lío desplazar a un cliente de Valencia si la sede bancaria que le cobra la cláusula esta en Sevilla", señaló.

Por último, el magistrado en excedencia se refirió al contrasentido que supone que las entidades bancarias no utilicen la mediación para "limpiar" su mala imagen. "Se están pelando en los tribunales con los clientes y la mediación podría ser utilizada como una mejora de imagen. Pero exigen absoluta confidencialidad porque temen un efecto llamada".

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