La dirección del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y los radiólogos del complejo sanitario sellaron ayer un pacto en virtud del cual estos últimos se harán cargo de la supervisión y posterior informe de las resonancias que se realizan los fines de semana. De este modo, el Hospital ovetense dejará de enviar pruebas a la empresa privada de fuera de Asturias con la que había contratado la lectura e interpretación de resonancias ante la acumulación de pruebas pendientes de informe.
"Hemos acordado un plan de colaboración con la dirección del Hospital", declaró ayer a este periódico Faustino García Arias, jefe del servicio de radiodiagnóstico del HUCA. El plan se fraguó a finales de la semana pasada, sufrió algunas tensiones (especialmente anteayer, lunes) y finalmente ambas partes han llegado a un consenso. "Hoy [por ayer] se dejó totalmente resuelto. Estábamos negociando. Hubo tiras y afloja, pero las conversaciones no se rompieron en ningún momento", precisó el doctor García Arias, quien agregó que los términos del acuerdo satisfacen a la totalidad del servicio.
Como ya anticipó ayer LA NUEVA ESPAÑA, la solución pactada consiste en la reinstauración de una guardia mixta, una fórmula ya ensayada meses atrás, pero que duró poco tiempo. Consiste en un módulo de jornada de 3 a 8 de la tarde, de lunes a viernes; y de 8 de la mañana a 8 de la tarde, los sábados y domingos. El adjetivo "mixta" describe que los radiólogos que cubren esta guardia desempeñan dos actividades. Por una parte, apoyan a su colega que realiza la guardia ordinaria. Por otra, los fines de semana supervisan la realización de las resonancias; y a lo largo de toda la semana leen e interpretan (informan) las pruebas efectuadas los sábados y domingos.
La realización, durante los fines de semana, de exploraciones sin la presencia de un radiólogo había sido fuertemente contestada no sólo por los facultativos, sino también por los técnicos de rayos. Más rotundo fue aún el rechazo de los integrantes del servicio -incluido su jefe- a la derivación de pruebas fuera de la región. Con este acuerdo, la dirección del HUCA cierra, al menos por el momento, una controversia que se inició a principios de 2013, tras la supresión de las horas extraordinarias. De hecho, la guardia mixta es considerada por muchos observadores una aplicación encubierta de las traídas y llevadas "peonadas".
