Entre las mujeres asturianas se registra una mayor prevalencia que en los varones en tres tipos de patologías psiquiátricas: trastornos afectivos; neuróticos y de ansiedad; y alteraciones de la conducta alimentaria. Así lo explicó ayer la catedrática de psiquiatría de la Universidad de Oviedo Paz García-Portilla, quien agregó que esta pauta se superpone a la observada a nivel internacional. La especialista agregó que, de cada tres intentos de suicidio, dos son protagonizados por mujeres y uno por hombres.

La doctora García-Portilla expuso diversos aspectos referidos a la salud de la población femenina en el transcurso de una mesa redonda celebrada ayer en Oviedo bajo esta misma temática. En el coloquio también intervino Plácido Llaneza, profesor titular de ginecología de la Universidad de Oviedo, quien destacó los perjuicios que causan a la mujer tanto la prolongación de los años vividos bajo los efectos de la menopausia (derivados de la creciente expectativa de vida ) como el retraso de la edad de ser madre.

Organizada por la Real Academia de Medicina de Asturias, la mesa redonda tenía como objetivo conmemorar el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que se celebra hoy. Paz García-Portilla subrayó la relevancia de los aspectos de género en el campo de los trastornos mentales. Una importancia que quedó avalada en 1993, con la creación, por parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, de la Women Health Conditions (Condiciones de Salud de la Mujer), entidad dedicada al estudio de enfermedades femeninas más prevalentes o más graves, susceptibles de prevención o de la aplicación de tratamientos específicos.

"El caso más llamativo es el de la depresión, que es más frecuente en la mujer", indicó la catedrática de psiquiatría, quien agregó que "hay formas de trastornos depresivos que son exclusivos de la población femenina, como el síndrome disfórico premenstrual". "Parece que las respuestas de varones y mujeres a algunos antidepresivos son distintas", puntualizó García-Portilla.

Entre tanto, Plácido Llaneza señaló que, desde el punto de vista ginecológico, las mujeres se han visto beneficiadas en los últimos tiempos por la implantación de la vacuna del virus de papiloma, que previene el cáncer de cuello de útero, y de los tests diagnósticos prenatales que no requieren de la realización de amniocentesis ni de biopsia corial. En relación al retraso de la maternidad, Llaneza indicó que la preservación de ovocitos pierde eficacia a partir de los 35 años.