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Generación OVD

"Un diseñador de jardines en Londres es como un torero aquí"

"La jardinería es un negocio que en España no se conoce - y que en Inglaterra mueve cinco billones de libras al año"

"Un diseñador de jardines en Londres es como un torero aquí"

Un día, de paseo por Londres, Fernando González entró en una librería y descubrió su profesión: diseñador de jardines. De repente se topó con una planta llena de libros sobre el tema y le gustó tanto que empezó a investigar. Encontró secciones en los periódicos, programas de televisión, profesionales convertidos en estrellas mediáticas y hasta una carrera de tres años en la universidad. Un mundo.

Hoy, este ovetense de 42 años es una de las referencias en un sector que en Inglaterra mueve cinco billones de libras al año. La semana pasada, de hecho, consiguió el segundo premio en el llamado "Chelsea Flower Show", el mayor evento de jardines que se celebra en el mundo. Su creación fue un jardín inspirado en China y en el budismo.

Fernando vive con su pareja en Londres y saluda al otro lado del teléfono con un "hello" que deja intuir su excelente inglés. Lleva 15 años en la City y tiene un estudio propio de diseño de jardines. No le faltan trabajo, ideas y reconocimiento y dice estar "muy feliz".

Pero al principio no fue todo tan fácil de contar. Al principio su vida fue una improvisación gigantesca, una montaña rusa de decisiones que le llevaron a Londres como le podían haber llevado a Ibiza. Porque antes de entrar por la puerta de aquella librería, Fernando estudió en el Palacio de Granda, después en el Aramo y después Historia del Arte en la Universidad. Y después se sacó unas oposiciones para profesor.

Tenía plaza en Asturias, pero no. Entonces, a los 27 años, le llegó la "crisis de identidad". Un primer giro. "No me veía yo el resto de mi vida estudiando. Quería hacer algo artístico", cuenta. Así que se fue a Salou (Tarragona) a trabajar en un hotel para ganar algo de dinero e irse a Londres un año a estudiar inglés. Y a Londres se fue. Era 1999 y entonces "no estaba tan lleno de españoles como ahora".

La idea era permanecer en la capital inglesa el tiempo que necesitara para el manejo del idioma y después irse a Ibiza a vivir. Pero sucedió que entró en aquella librería, después encontró a su pareja y allí sigue hoy. Ibiza, explica, todavía no la ha pisado.

Este amante de los musicales, el teatro y fan del Arsenal no es un hijo de la crisis que está en Londres porque sí. Fernando está allí porque es la capital mundial de su profesión. "Aquí todo el mundo vive en casas pequeñas con jardines", asegura. "Esto de la jardinería es un negocio que en España no se conoce. Mueve cinco billones de libras al año. Un diseñador de jardines en Londres es famoso como un torero en España", afirma.

Él no tenía ni idea de jardines: la Alhambra, Versalles, La Granja y poco más. Así que estudió la carrera y montó un estudio propio. "Tengo una profesión desconocida en España, pero me encanta porque combina arquitectura con plantas y construcción". Trabaja sobre todo con clientes privados.

Su última creación la presentó al Chelsea Flower Show, "el evento que inaugura la temporada social en Londres". Es una exposición de 35 creaciones durante una semana que atrae a la figuras reconocidas de la sociedad londinense, retransmitida además por la BBC para 35 millones de personas. El primer día está cerrado en exclusiva para la Familia Real.

Su trabajo se inspiró en los ríos y valles de China y en los colores de la bandera budista. "Miramos al pasado para hacer algo moderno", señala. Fue el único participante español y ganó la medalla de plata dorada. Y de momento va a por el oro. Las oposiciones seguirán en el cajón.

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