"El tiempo pasa rápido, volando", reflexiona Emilio Díaz Alonso. Así se le han pasado a él los 50 años que lleva en el Ayuntamiento de Oviedo. Recuerda exactamente el día en que se incorporó, el 6 de diciembre de 1965. Tenía 14 años y seis meses. Empezó en el matadero municipal como auxiliar administrativo, pasó por el área de Personal y acabó en lo que ahora llaman el departamento de Modernización de Informática. "La evolución en estos años ha sido brutal", admite. "La modernización informática era inevitable", admite. En la Administración local ha visto de todo. "Hemos tenido tiempo buenos y malos, con sueldos más bajos que el resto de la gente a pesar de ser funcionarios", comenta. Ayer, además de su insignia de oro y su diploma, el Consistorio le obsequio con una escultura de Herrerita, firmada por Santarúa, por su afición al fútbol.