La OSPA, dirigida por su titular el maestro Rossen Milanov, ofreció ayer en el Auditorio Príncipe Felipe un interesante programa que le sirvió para demostrar una vez más su calidad y sintonía con el público. Primero, el concierto número 3 para piano de Prokofiev que se encargó de firmar con virtuosismo y buen gusto Lilya Zilberstein, en la fotografía con Milanov y la orquesta. En la segunda parte, el poema sinfónico "Vida de Héroe", de Strauss, con la brillantez necesaria en la batuta del maestro búlgaro.