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Tras el 24-M | Las reacciones ante los proyectos de los nuevos partidos

La idea de Somos de limitar la vivienda nueva indigna a constructores y agentes

Los expertos coinciden en la necesidad de revisar el plan de ordenación pero advierten de que aumentaría el paro y se encarecerían las casas

paralizadas por la crisis. La crisis inmobiliaria dejó proyectos urbanísticos a medio hacer en la ciudad, aunque tímidamente han vuelto las grúas, como en la obra que se muestra en la imagen, en el barrio de La Florida. N. OREJAS

El plan de Somos para limitar en la ciudad la construcción de nuevos pisos mientras no se reduzca el stock de viviendas vacías no ha gustado nada a los representantes del sector. Constructores, promotores, agentes inmobiliarios y economistas están de acuerdo en que es necesario revisar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente en la ciudad, como propone la formación de Ana Taboada, pero advierten de que una medida orientada únicamente a frenar la construcción de vivienda nueva podría acarrear un incremento del paro, una subida del precio de las casas y una paralización de la actividad de la construcción. Los constructores, de hecho, califican la idea de "absurda" porque "no tiene sentido hablar de parar un tema que ya está paradísimo por sí mismo".

La propuesta de Somos pasa por realizar una revisión general del PGOU, "que es irreal y está totalmente desfasado", para luego iniciar una transformación que lleve a una "ciudad compacta y organizada". Así lo explica Ignacio Fernández del Páramo, arquitecto especializado en urbanismo y miembro de Somos, que añade que la idea es convertir áreas de los alrededores de Oviedo que están a medio construir, como La Florida, La Manjoya o puntos de Ciudad Naranco o La Corredoria, en un "parque periurbano", una "gran zona verde equipada, agradable para pasear" y donde "no surjan crecimientos dispersos". "De aquí a los próximos 30 años la UE dice que no vamos a crecer", añade Fernández del Páramo, que asegura que se buscará el diálogo y la voluntad de llegar acuerdos con los afectados. "El objetivo es "blindar a la ciudad contra la especulación".

"Haga lo que se haga nada va a cambiar. En Oviedo la construcción de viviendas nuevas casi no existe. Así que hablar de paralizar algo que esta paradísimo de por sí es absurdo", asegura Serafín Abilio Martínez, presidente de la patronal CAC-Asprocon, que agrupa a constructores y promotores. "Demuestran desconocer la situación", añade Martínez, que asegura que "jurídicamente tampoco se sostiene" porque, dice, "un Ayuntamiento no puede decidir lo que quiere el mercado".

El economista Santiago Álvarez considera que limitar la construcción de nuevas casas "sería contraproducente" desde el punto de vista económico porque "puede llevar a una paralización completa de las actividades de construcción" y "significaría un aumento del paro". Además, añade, "encarecería el precio de la vivienda" porque, dijo, "cuanto más limites la oferta más la estás encareciendo". "Una revisión del plan podría tener lugar, pero si un suelo está catalogado de urbanizable no se puede llegar de la noche a la mañana diciendo que no se puede construir", añade.

Juan Carlos Álvarez, secretario del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, cree que "las medidas radicales menguan con el paso del tiempo" y aunque sostiene que a las inmobiliarias no les afecta "en exceso porque trabajamos con viviendas de segunda mano", asegura que se debe dejar fluir al mercado. "Las medidas radicales menguarán. Debe ser el mercado el que decida si se puede construir o no se puede construir", agrega.

Por su parte, el decano de los arquitectos en Asturias, Alfonso Toribio, asegura que no es partidario "de prohibir o estimular nada" y que debe ser "la dinámica social y la legalidad la que ordene el desarrollo de la arquitectura". "La mejor manera es revisar un plan que estimule el crecimiento de la ciudad hacia dentro", finaliza Toribio.

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