La viagra, la pastillita azul más célebre del mundo, ya tiene compañeros y sustitutivos. Una nueva técnica de ondas de choque de baja intensidad regenera los vasos sanguíneos, aumenta la entrada de sangre al pene y propicia la erección. Ésta es una de las innovaciones que cuatro especialistas en urología expondrán hoy en Oviedo, en el transcurso de una Jornada sobre disfunción eréctil que se desarrollará en el salón de actos del Colegio de Médicos (Plaza de América) a partir de las siete de la tarde. La otra consiste en un gel de alprostadilo que se deja caer en el orificio uretral (justo en el extremo del pene), se absorbe y produce una vasodilatación. El acto se dirige principalmente a médicos de atención primaria y especialistas de varias disciplinas relacionadas con este tipo de problemas (urólogos, endocrinos, cardiólogos...), pero también a cualquier persona interesada, subraya Luis Castellanos, urólogo y andrólogo e impulsor de la actividad.
"La técnica de las ondas de choque sólo es empleada por un puñado de centros españoles, y a Asturias todavía no había llegado", explica el especialista asturiano, quien en el coloquio estará acompañado por sus colegas José Luis Martín Benito, Manuel Rivas del Fresno y Antonio Martín Morales. El citado procedimiento impulsa la formación de arterias nuevas y el ensanchamiento de otras que, por razones diversas, se habían estrechado. "Todo ello contribuye a incrementar el flujo de sangre justo en el momento de la estimulación sexual".
Las dificultades en la erección suelen estar vinculadas a alteraciones vasculares -tales como anginas de pecho o infartos de miocardio- que restringen el riego sanguíneo. Según el doctor Castellanos, la incidencia de la disfunción eréctil entre la población comprendida entre los 25 y los 70 años ronda el 20 por ciento. En los colectivos de más edad puede alcanzar el 25 y hasta el 30 por ciento. "Muchos de nuestros pacientes sufren diabetes, hipertensión, obesidad, han sido operados de próstata...", indica el especialista, quien agrega que "la demanda de tratamientos aumenta, porque cada vez hay más gente mayor y la gente quiere prolongar la sexualidad".
La técnica de ondas de choque puede llegar a permitir el abandono total del recurso a la viagra, indica el doctor Castellanos. En otros casos de mayor gravedad, la pastilla puede continuar siendo necesaria, "pero siempre en menores dosis". El procedimiento se aplica sin necesidad de ingreso hospitalario. El protocolo establece una sesión semanal, de unos veinte minutos de duración, durante cuatro semanas. "Según los estudios más recientes se obtiene aproximadamente un 70 por ciento de buenos resultados, que empiezan a ser patentes al cabo de un mes o un mes y medio", matiza Luis Castellanos, quien apostilla que en ocasiones es necesario un nuevo ciclo.
