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La sanidad pública asturiana es la segunda más cara de toda España

Los expertos dudan si el Principado podrá sostener el gasto, que ya cayó 200 euros al año por persona con la crisis

La sanidad pública asturiana es la segunda más cara de toda España

El gasto sanitario público tocó techo en Asturias y en España en el año 2009. Desde entonces, y a raíz de la crisis, no ha hecho más que disminuir. Si en el citado año era de 1.611 euros por cada asturiano, en 2013 -último del que existen datos cerrados, publicados recientemente por el Ministerio de Sanidad- fue de 1.423. En este mismo periodo, en el conjunto de España ha pasado de 1.382 a 1.208 euros, en ambos casos doscientos y pico euros por debajo del Principado. En todos estos años, el gasto per cápita de la región ha estado entre los cuatro más elevados, en el ranking de las comunidades autónomas. En 2013, el de Asturias es el segundo, sólo superado por el del País Vasco, casi siempre a la cabeza.

La duda que surge puede formularse a modo de dilema: ¿estamos ante una región afortunada, en la que la salud de sus habitantes está muy bien protegida, o más bien ante unos niveles de gasto que Asturias no puede permitirse? Opiniones hay para todos los gustos en un asunto siempre merecedor de un análisis sosegado y basado en este caso en las tesis de varios conocedores profundos del Sistema Nacional de Salud.

El marco general. La crisis económica ha significado en los países sometidos formalmente a programas de rescate (Portugal, Grecia, Irlanda) una bajada en términos absolutos del gasto sanitario. Ése ha sido también el caso de España y, por supuesto, de Asturias. En general, las medidas para lograr este ahorro fueron adoptadas por el Gobierno central: aumentos de copagos, bajadas de salarios del personal, acciones sobre los precios de los medicamentos y una congelación de las inversiones. Con ello, en España se ha registrado una significativa reducción del gasto sanitario público en salud, que ha pasado de 72.939 millones de euros en el año 2009 a 63.006 millones en 2013 (un 13,6 por ciento de recorte).

El caso de Asturias. El gasto sanitario público de la región alcanzó sus máximas cotas en 2009, con 1.748 millones de euros. Bajó al año siguiente y repuntó en 2011, con el semestre de Gobierno de Foro Asturias. En 2012 y 2013 retomó la tendencia a la baja, hasta situarse en 1.520 millones de euros, una cifra incluso inferior a la computada en 2008. La caída en el Principado fue particularmente abrupta de 2012 a 2013 (un 8,2 por ciento). Como es natural, esta evolución ha sido paralela a la del gasto sanitario per cápita, que como ya ha sido dicho pasó de los 1.611 euros por asturiano en 2009 a los 1.423 de 2013. ¿Privilegio para la región o factor de riesgo para las arcas públicas?

La versión del Gobierno asturiano. La Consejería de Sanidad del Principado respondió ayer esta pregunta, planteada por LA NUEVA ESPAÑA, sin ningún género de dudas. "La cifra de gasto sanitario en Asturias es la demostración del compromiso de este Gobiernos con los servicios públicos, y concretamente con la sanidad". Según el Ejecutivo autonómico, "la sanidad pública, tal y como la concebimos, es un patrimonio de todos y uno de los elementos que más contribuyen a la cohesión social y al desarrollo de un territorio". Sostiene la Consejería que la sanidad pública no sólo no es un lastre, sino que constituye "una inversión, un servicio que crea empleo, empleo de calidad, que es generadora de riqueza y que puede ser motor de innovación y de desarrollo tecnológico en Asturias, lo cual no supone que renunciemos a la eficiencia".

Señales de alerta... Algunos expertos consultados por este periódico no se muestran tan optimistas. Un antiguo dirigente sanitario del Principado, que prefiere permanecer en el anonimato, apunta de forma sintética cuatro epígrafes que le hacen abrigar incertidumbres sobre el futuro de la sanidad regional. Primero: "Un crecimiento importante de la deuda, aunque se mantiene en cifras comparativamente bajas". Segundo: "Ingresos tendentes a la baja por un impuesto, el de sucesiones, cuestionado en sus actuales parámetros". Tercero: "Datos demográficos preocupantes". Y cuarto: "Dificultad para obtener ingresos por la baja tasa de actividad". En consecuencia, "el Principado, si no cambian las actuales tendencias, tendrá que reducir gasto".

...Y medidas de contención del gasto. ¿Cómo conseguirlo? La citada fuente baraja varias medidas, algunas de ellas de hondo calado político y social, como ésta: "Redefinir el papel de los hospitales 'comarcales'. ¿Han de tener una plantilla propia en todos sus servicios o una plantilla compartida con el hospital de cabecera en algunos de ellos?". Otra posible línea de actuación alude al omnipresente Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA: "¿Continuará siendo un hospital 'de batalla' y a la vez de referencia?".

¿Por qué tan cara? Otro antiguo dirigente de la sanidad asturiana manifiesta menos temores y justifica la elevada factura anual. "Hay que recordar que el gasto sanitario por habitante en Asturias es históricamente de los más elevados en España, debido a condicionantes sociales y geográficos, aún antes del año de la asunción de las transferencias", señala. Este alto coste es la consecuencia de "una extensa red asistencial en funcionamiento permanente, dando el correspondiente servicio".

Los salarios del personal. Los profesionales sanitarios de la región se quejan de los recortes que han sufrido en sus salarios. El reciente informe del Ministerio de Sanidad indica que la red pública asturiana destinó en 2013 a la remuneración de su personal un total de 749 millones de euros, lo que viene a representar un 49,2 por ciento sobre el total del gasto sanitario público. En el conjunto nacional, el personal supone un 46,1 por ciento de la factura total. Ocho comunidades autónomas gastan proporcionalmente más que Asturias en retribuir a sus trabajadores.

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