La primera decisión en firme que ha tomado el nuevo gobierno local encabezado por el PSOE, y sustentado por Somos e IU, es la apertura durante los meses de verano (julio y agosto) de los colegios públicos del municipio para ofrecer un comida diaria a los alumnos con familias en apuros económicos. La medida forma parte del pacto de investidura firmado por las tres formaciones de izquierdas, y es una prolongación de los acuerdos presupuestarios alcanzados en los dos últimos años por el PP e IU.

La decisión está tomada, pero aún no está claro cómo se llevara a cabo. Tampoco se conoce el coste de la medida, ni de dónde saldrá el dinero para financiarla. De igual forma, aún no ese sabe con exactitud cuantos escolares del municipio podrán beneficiarse de la iniciativa, ni qué colegios públicos -hay casi una treintena en todo el concejo- participarán en la medida que forma parte de lo que Somos, la marca local de Podemos, incluye dentro de lo que ha bautizado como el plan de rescate ciudadano. Los técnicos de los servicios sociales del Ayuntamiento ya trabajan para dar forma a esta idea, cuyos principales responsables mantuvieron ayer una reunión con miembros de Somos, PSOE e IU.

El principal obstáculo con el que se encontrará el nuevo gobierno local en este asunto se centra en que las clases finalizan el viernes y es necesaria una modificación del actual presupuesto para poder financiar el plan de ayuda a los menores. La modificación debe ser aprobada por la junta de gobierno, que aún no ha sido configurada debido a que las tres fuerzas de izquierdas siguen negociando el reparto de las concejalías, o por una decisión directa del alcalde, Wenceslao López (PSOE).

El curso pasado la fórmula pactada por el PP e IU pasó por la concesión de tarjetas cargadas con 60 euros para comida -una para julio y otra para agosto- para que la familias pudieran adquirir alimentos a través de un convenio que el Ayuntamiento firmó con Cruz Roja y Cáritas. Esta decisión se tomó para no estigmatizar a los menores y obligarlos a pasar por el colegio en verano sólo para comer. En total, se destinaron unos 120.000 euros, que se repartieron entre casi 400 familias del municipio y de los que se beneficiaron 670 menores. Una de las posibilidades que se puede articular este verano pasa por concentrar a todos los beneficiarios de estas ayudas para combatir la pobreza infantil en los cuatro colegios que abrirán sus puertas para que las familias del municipio puedan conciliar la vida laboral y familiar a lo largo de las próximas semanas (La Ería, Fozaneldi, Lorenzo Novo Mier y Poeta Ángel González). Pero dependiendo del número de familias que se acojan a esta medida, las plazas de los comedores de los cuatro colegios pueden ser insuficientes. En el caso de tener que abrir más colegios, el nuevo gobierno local deberá habilitar otra vía de financiación para afrontar los gastos que se generarían (luz agua, sueldos de los bedeles, vigilantes de los comedores...). Todo dependerá de la demanda existente. Los técnicos trabajan sobre los datos que recopilaron el pasado verano.

La primera medida del hipotético tripartito será debatida hoy durante una reunión en el Ayuntamiento a la que han sido convocados los directores de los colegios públicos de la ciudad. En ella se espera concretar la mejor forma de llevar del papel a la realidad las pretensiones del tripartito. Luego la ejecución de este plan de emergencia social se perfilará según las recomendaciones técnicas.