Hace seis días que un acuerdo contra pronóstico de última hora cambió el rumbo político de la ciudad, dominada por gobiernos conservadores durante casi un cuarto de siglo. Desde entonces, los representantes del PP municipal han preferido guardar silencio, a la espera de que se configure la nueva junta de gobierno, que previsiblemente será tricolor, con un acuerdo a tres bandas PSOE, Somos e IU. Sin embargo, ayer, la presidenta popular en Asturias, Mercedes Fernández, habló de la situación en Oviedo y criticó el pacto de la izquierda para llevar las riendas de la ciudad.

"No me parece una decisión que a corto o a medio plazo le suponga al PSOE crédito social y reconocimiento en Oviedo", dijo, para después comparar lo ocurrido con un "pucherazo". "Me parece muy poco respetuoso con la voluntad general expresada en las urnas por los ovetenses. Es verdad que caben alianzas legales y quizá es demasiado fuerte tildarlo de pucherazo", rectificó, pero lo que "han hecho es contravenir de una forma palmaria lo elegido por los ovetenses, que han dicho que Caunedo es uno de los alcaldes más valorados en las urnas y en apoyos de toda Asturias". Fernández calificó de "acuerdo entre radicales" el pacto al que llegaron los tres grupos de izquierda para desalojar al PP del gobierno de Oviedo y señaló que entre los tres "han decidido que la Alcaldía de Oviedo la ostente quien obtuvo el peor resultado de la historia del PSOE", que fue el mismo mensaje que lanzó Iglesias Caunedo tras el pleno de investidura.