"Los nidos trinchera son los tesoros ocultos de esta parroquia y de Las Regueras en general". La cronista oficial del concejo y presidenta de la Asociación Cultural "La Piedriquina", Rosa Rodríguez, repitió ayer esta frase minutos antes de enseñar a una docena de personas veintiséis de estos nidos de la Guerra Civil, en la parroquia de Biedes, durante buena parte de la tarde. Así, adultos y niños disfrutaron de un recorrido de unas dos horas de duración entre los testigos mudos de hormigón de la historia del municipio.
La visita contó con la colaboración del Club de Lectura de Las Regueras para celebrar su fin de curso, y, de paso, relacionar uno de los últimos libros leídos sobre la guerra por el grupo, "Luna de lobos", de Julio Llamazares, con los vestigios de la vida real.
Bajo un sol de justicia, los visitantes conocieron la ubicación, la fabricación y los usos de los nidos trinchera gracias a la pormenorizada explicación de la cronista, que estrenó el cargo hace poco más de quince días. Lo que más llamó la atención del grupo fue la angosta entrada y los llamados "ojos de salida"(los agujeros por los que se disparaba con la ametralladora) de estas construcciones irregulares.
"Es increíble que se mantengan", dijeron los visitantes, sorprendidos también por lo rústicas que son las trincheras. "Hay que tener en cuenta que quienes las hacían no eran expertos, trabajaban de forma obligatoria y a marchas forzadas", matizó Rosa, que también aclaró que "no están puestas al azar, sino siguiendo una localización estratégica desde la que poder disparar tanto al monte Otero, en Santullano, como al de la trecha, en Valsera".
La maleza complicó la entrada en la mayor parte de las trincheras, mientras que pequeños reptiles campaban a sus anchas dentro de otros nidos de hormigón.
La Asociación Cultural "La Piedriquina" trabaja ya en otros proyectos de Las Regueras, como la reedición de "A mí tocóme la guerra", un libro lleno de testimonios sobre los difíciles años de la Guerra Civil en Asturias; la elaboración del anuario; la publicación de artículos; y la organización de una seronda cultural en octubre para los habitantes del concejo.
