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Más azadas y menos barrotes

"Es una tarea dura, pero mucho mejor que vivir entre rejas", dicen los presos del campo de trabajo de Ribera de Arriba

Por la derecha, los internos de Villabona Bruno Felipe, Mon, Yasha y Adrián Ruf, ayer, en Fresnedo. MIKI LÓPEZ

Bruno Felipe, Mon, Yasha o Adrián Ruf y otros compañeros más trabajaban estos días en Fresnedo, en Ribera de Arriba. No son empleados de nadie. En realidad, cumplen condenas en la prisión de Villabona: veintitrés meses; cinco años y medio; seis años; o un año y dos meses, por delitos casi siempre asociados al mundo de las drogas. Estos días participan en la decimosexta edición de los campos de trabajo "Cuidando el entorno, construyendo futuro".

Limpieza del entorno rural, sus caminos, fuentes, prados; acondicionamientos y otras tareas ocupan durante ocho días y en diversos puntos de Ribera de Arriba (Soto de Rey, Tellego, Vegalencia, Fresnedo?) a una veintena de internos seleccionadas en la Unidad Terapéutica Educativa (UTE) del Centro Penitenciario de Villabona. "Es mi segundo intento en la UTE, tras una gran metedura de pata. Salir a hacer estos trabajos es una experiencia inmejorable, tanto por lo educativo como en lo emocional", afirmaba uno de los cinco presos que manejaba con soltura una segadora de mano.

Los presos, reticentes a facilitar sus nombres completos, preferían centrarse en el trabajo. Agradecen la oportunidad que se les da. "Estamos en contacto con la naturaleza y haciendo una labor para la sociedad a la que ofendimos con nuestra conducta. Es un trabajo duro pero en realidad, un paraíso en comparación con pasar el día entre barrotes.

Javier Illarramendi es educador de la Fundación ADSIS, que desarrolla este programa junto al Ayuntamiento de Ribera de Arriba. "Se trata de acercar a la sociedad las vivencias que con estos campos de trabajo están experimentando las personas privadas de libertad; sus luchas, esfuerzos y alegrías tras cada jornada acortando el camino hacia la reinserción total".

Las tardes de este proyecto de reinserción transcurren en la Casa de Cultura de Soto de Rey donde los protagonistas asisten a intercambios de experiencias o escuchan a compañeros que participaron en los campos de trabajo de otros años. Acuden a animarles, para que no abandonar a las primeras de cambio.

También se reúnen con los presos algunas de las diversas asociaciones de vecinos y culturales de Ribera de Arriba. No solo trabajan en los caminos sino que se trata de que los internos se relacionasen con el pueblo, como harán en los talleres "La Ribera Ambientura", previstos para mañana en Bueño, con juegos infantiles, talleres de reciclaje, globoflexia y mesas informativas sobre medio ambiente o en la ruta de travesía. El lunes, en el Edificio de Servicios Múltiples de Ribera de Arriba, se podrá conocer cómo han ido los campos de trabajo a través del vídeo que elabora uno de los voluntarios.

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