La mañana ya tenía su bullicio en el salón de té del teatro Campoamor y por la noche corría el ambiente de gala. De la gala que presentaron Antonio Meléndez Peso y Blanca Romero para dar la salida del Festival de Cine y Arquitectura (Ficarq). El acto de la noche contó además con el sonido del trío asturiano "Body & Soul".

Todo comenzó al ritmo de las gaitas, con la Banda "Ciudad de Oviedo", que recibió al pie del Campoamor al público, a los invitados y a los artistas. Prosiguió en el escenario con los maestros de ceremonias -Blanca Romero y Meléndez Peso-, que dejaron humor con sabor asturiano, al colocar entre sus guiños el cachopo, la sidra, la arquitectura de la ciudad... La actriz gijonesa se marcó una copla en un duelo astur-andaluz con el copresentador. Respondió su colega de tablas con una divertida comedia microteatral.

En el hall del teatro, invitados, como el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, dejaron el guiño político: "Yo soy de arquitectura humana, no de obras faraónicas". Los arquitectos, grandes protagonistas del evento, la cultura de la ciudad, la política y el arte estuvieron representados entre el ramillete invitados, junto a la gente del mundillo, como Eduardo Ruiz Barrachina, el director de la película que se proyecta hoy en la sección oficial, "El violinista de papel", o el equipo de "Sólo química", la cinta que inauguró ayer el Ficarq.

La película de Alfonso Albacete está protagonizada por Ana Carlota Fernández y María Esteve, entre un largo reparto. La dos actrices acompañaron al director en la presentación matinal, donde explicaron que el rodaje fue íntegro en Barcelona y que ven un estilo de comedia hollywoodense. "Más bien alejada de las últimas comedias triunfales como 'Ocho apellidos vascos'", explicaban a la vez que recordaban que había sido un trabajo muy edificante, distinto: "No es una película de reflexiones profundas, para salir pensando; es una película para pasar un buen rato", dijo María Esteve.

La actriz había recordado poco antes su larga relación con Albacete. Relación que surgió en un bar de la Movida madrileña hace años. Tanto Esteve como su colega en el reparto dejaron clara la generosidad y el margen que da a los actores Alfonso Albacete. "Si le vendes una frase, la acepta; no es nada egocéntrico como director de actores", dijo Ana Carlota Fernández.

Albacete definió la película como "cine dentro del cine, una idea que le vino al encontrarse en un coche en Málaga con un actor mediático (Mario Casas) "y ver cómo se abalanzaban las fans".

"Ver a la gente cuando salió de la sala en el Festival de Málaga fue emocionante, y estoy segura de que aquí va a seguir la estela", dijo Ana Carlota Fernández tras ver el tráiler, presentado (al igual que la rueda de prensa) por la asturiana Sonia Avellaneda. Tráiler con escenas llamativas, del tipo caídas al agua o ver una mesa perfectamente presentada y "emplatada" volar por algún "gesto". Escenas cómicas.

Contaba María Esteve que Albacete saca sus personajes de conversaciones: "Me invitaba a comer y tomaba sus apuntes. De ahí salía algo", dijo. Asunto que ratificó su compañera de reparto, quien desveló que cuando tenía 20 años Albacete charlaba con ella y "escribía" cosas: "De pronto encuentro a Ana y encuentro el personaje pensando en ella", dijo el director. Más o menos igual que María Esteve: "A Antonio lo encontré hace años en un bar de la Movida; luego vino, íbamos a comer y quería darme un papel".

Respecto al Alfonso Albacete como director de actores, María Esteve dijo que se encontró "otro Alfonso, diferente, directo", apuntó. Ana Carlota Fernández seguía en esa línea y explicó que es muy cercano: "Te da un cariño y te hace sentir protagonista del proyecto". "Es del todo cómplice", apostilla.

Hay un asunto que añadió María Esteve, una cuestión que tiene que ver con el paso del tiempo: "La evolución digital, con esa escuela técnica que lo deja todo diáfano".