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El ADN de las oveyas xaldas de Las Regueras sirve para identificar animales prehistóricos

Una criadora local colabora con la Autónoma de Madrid en una investigación pionera sobre fauna doméstica

Judith Naves, con huesos de oveya xalda para enviar al laboratorio, junto a su rebaño. FERNANDO RODRÍGUEZ

Un rebaño de oveyas xaldas de Las Regueras acaba de fichar por la Universidad Autónoma de Madrid. Cuando la ganadera Judith Naves Morán empezó a criar razas autóctonas, lo hizo con mentalidad emprendedora: para la venta directa y para abastecer su industria de platos tradicionales en conserva. Pero no pensó que "Llazana", "Pepita", "Morena" y todo su rebaño podían servir también a la investigación. Desde hace un par de meses envía los huesos de los corderos que despieza al laboratorio de Arqueozoología de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde allí se pusieron en contacto con esta joven emprendedora solicitando su colaboración para un proyecto pionero que estudia los restos de fauna hallados en yacimientos arqueológicos, uno de ellos el de la Tabacalera de Gijón.

Las razas autóctonas son una referencia prioritaria, no sólo por su talla, sino también por su morfología y robustez. Y es que para los investigadores resulta complicado encontrar ejemplares que sean de tamaño parecido a los recuperados en los yacimientos, porque la fauna domestica de las épocas prehistórica y protohistórica tenían un tamaño mucho más pequeño que las razas actuales, que han sido mejoradas. Asturias, con sus numerosas razas autóctonas, es una de las pocas regiones de Europa que aún conserva un acervo cultural irremplazable.

"Antes los huesos iban directos del matadero a Cogersa, no hacíamos nada con ellos. Ahora estamos encantados de poder contribuir con la investigación científica", explica Naves. Tres veces al mes, después de acudir al matadero, Judith y su familia despiezan y guardan cuidadosamente los huesos en una caja térmica, que envían por correo urgente a la Universidad Autónoma, donde los analiza un equipo dirigido por el catedrático de Biología Animal de la Universidad Autónoma de Madrid, Arturo Morales, natural de Gijón.

Buena parte de los restos biológicos hallados en La Tabacalera pertenecen a la fase más antigua de colmatación del aljibe, entre los años 610 y 670 después de Cristo. La mayor parte de los huesos hallados en las campañas de investigación son mamíferos, fundamentalmente perros. Pero también hay muchos restos de animales vinculados a las actividades del campo: vacas, ovejas y un ejemplar muy similar al gochu asturcelta.

"La investigación se ha desarrollado principalmente sobre un amplio espectro temporal de la península Ibérica, que abarca desde el Pleistoceno Medio a la Edad Media, aunque también incluye investigaciones puntuales en yacimientos de Europa y el Próximo Oriente", explican los investigadores. "Para todas estas investigaciones que, entre otros asuntos, pretenden evaluar las interacciones producidas a lo largo del tiempo entre los humanos y la fauna, resulta imprescindible poder contar con colecciones de referencia adecuadas", aclaran.

Ajenas a todo este revuelo científico, las oveyas xaldas de Judith Naves pastan a sus anchas en los prados de Las Regueras, custodiadas por los mastines "Zara" y "Tarzán". La mayoría de las xaldas están ya a punto de parir y sus corderos harán felices a muchos, en el plato y también en el laboratorio.

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