Tras cuatro juntas de portavoces en las que se han invertido unas doce horas de largas conversaciones, los grupos municipales del Ayuntamiento de Oviedo no han logrado cerrar un acuerdo sobre los sueldos que los 27 ediles de la Corporación recibirán en los próximos cuatro años de mandato. El tripartito (Somos, PSOE e IU) cerró ayer la ronda de negociaciones -al menos de carácter oficial- chocando de manera frontal por el reparto de las retribuciones, las subvenciones de los grupos y el número de asesores. Este último punto lo decidirá no obstante, la junta de Gobierno.

El enquistamiento al que ha llegado la situación terminó ayer con la convocatoria del Pleno en el que se aprobarán los medios económicos que recibirán los miembros de la Corporación. En un principio se celebrará el lunes, a las seis de la tarde. El retraso de las consistoriales a horario vespertino -en los últimos años solían comenzar al mediodía- es otra de las novedades que el tripartito ha introducido en la organización municipal, con el objetivo de que los vecinos puedan asistir a los plenos.

El del lunes, el primer pleno tras el de investidura, puede servir para escenificar las disensiones en seno del tripartito, con IU apoyando -ya con su voto a favor o absteniéndose- las pretensiones del PP de mantener el nivel de recursos que los grupos reciben desde 2011. Si la coalición se abstiene, se produciría un empate a 11 votos (los del PP frente a los 11 que suman Somos y PSOE), por lo que en este caso los dos concejales de Ciudadanos podrían desnivelar la balanza hacia uno u otro lado. En caso de abstención, el Alcalde podría hacer valer su voto de calidad.

Somos y el PSOE son partidarios de meter tijera -un 30 por ciento aproximadamente- a los 2,2 millones de euros anuales que cuesta a las arcas municipales mantener la estructura política municipal. En esta cantidad se incluyen los sueldos de los ediles, asesores y trabajadores de los grupos, así como las subvenciones que estos últimos reciben para financiar su actividad política.

El principal problema, según defienden los socialistas y los miembros de la marca local de Podemos, es la intención del PP de mantener su peso en número de asesores y sueldos que tenía cuando gobernaba. Esto, según los cálculos de la izquierda, supondría un sobrecoste de la Corporación de unos 3 millones de euros a lo largo de los cuatro años del mandato. Según estos números, de asumir la propuesta del PP se pasaría de siete asesores para todos los grupos y la Alcaldía a catorce.

La propuesta que hace el alcalde, Wenceslao López, pasa por hacer un recorte escalonado de los sueldos de los ediles, que en el caso de los liberados con funciones de gobierno (hasta ahora ingresaban 66.111 euros brutos al año) sería de casi un treinta por ciento. Para los liberados en la oposición (44.086 euros brutos anuales) el recorte sería de un veinte por ciento. En cuanto a las dietas que los concejales que no están liberados reciben por asistencia a los plenos y a las comisiones, se quiere establecer un tope de 20.663 euros brutos al año, que es lo que percibían hasta ahora. Las mayores diferencias entre PSOE y Somos con IU van ahora más allá de los sueldos, ya que los miembros de la coalición asumen que el recorte en las retribuciones de los ediles, en su caso, no serían muy significativas.

En este punto el problema se centra en las subvenciones que reciben los grupos. En este caso el recorte que las dos patas con más peso en el tripartito plantean es del 30 por ciento. En la actualidad los grupos alimentan sus arcas por una doble vía: a través de una cantidad fija (37.096 euros por grupo) y otra variable (10.091 euros por concejal electo). La propuesta del PSOE se centra en reducir el fijo a 27.000 euros y a 7.000 euros la subvención por edil. En IU consideran excesiva esta rebaja, ya que alegan que es su única vía de financiación para afrontar el pago de informes externos vinculados a cuestiones municipales, para pleitos o para donaciones a cajas de resistencia.