Una joven marroquí de 26 años vivió durante un año y medio en un piso de la Argañosa secuestrada y vejada por su familia. Su tía organizó el traslado de la chica a España desde Marruecos cuando falleció su madre y se quedó huérfana. Viajó de forma irregular en el maletero de un coche, primero hasta Francia y luego a Oviedo. Una vez en la ciudad, sólo se le permitía salir a la calle acompañada y fue obligada a trabajar sin recibir ningún tipo de remuneración. Además, sus familiares la golpeaban, vejaban y amenazaban, según la versión de la Policía. El detonante fue el empeño de su tía en obligarla a mantener relaciones sexuales con su primo, para que se quedase embarazada, y así accediese a contraer matrimonio.

Esta horrible historia fue desvelada ayer por la Jefatura Superior de la Policía en Oviedo, tras detener, por un delito de trata de seres humanos a los familiares de la joven sometida, una mujer de 54 años y un joven de 30 años.

La terrible situación por la que pasaba la víctima fue descubierta, en el transcurso de una intervención rutinaria, por los agentes de la Policía Nacional. Hace unos días, en las inmediaciones de la estación de trenes, una patrulla que presta servicio en dicho lugar, procedió a identificar a dos mujeres marroquíes, una de las cuales (la chica secuestrada) estaba en situación irregular en España. La joven fue puesta a disposición de la Brigada de Extranjería y Fronteras.

Una vez en Comisaría, los policías de dicha Brigada, en la fase de investigación, pudieron averiguar que tras la muerte de la madre de la joven, en su país, había sido trasladada a Francia oculta en el maletero de un coche. Un tiempo después hasta allí viajó una tía suya que vive en Oviedo y la trasladó a esta ciudad. En casa de la tía residía desde hace un año y medio, realizando todo tipo de trabajos en régimen de casi esclavitud, sin recibir ningún tipo de remuneración y teniendo que obedecer todas las encomiendas de sus familiares. Según la Policía, durante el tiempo que estuvo en Oviedo recibió todo tipo de vejaciones, insultos, amenazas y golpes, especialmente desde que se negó a mantener relaciones sexuales con su primo, el hijo de su tía, con quien querían casarla. Ante la negativa a casarse, su tía deseaba que se quedara embarazada, para que no tuviera otro remedio que acceder a sus deseos.

A la joven se le aplicó el protocolo de protección de víctimas de trata de seres humanos y está siendo ayudada por especialistas.