El drama se impuso tras una semana de cine y arquitectura en Oviedo. El jurado del Festival Internacional de Cine y Arquitectura (Ficarq) hizo ayer oficiales los ganadores del certamen. En la categoría de ficción, el drama fue el gran triunfador en su manifestación romántica. De ahí que la producción lusa de Daniel Ribeiro, "A primera vista", se llevara el premio a mejor largometraje. Por su parte, Nathalie Harb fue recompensada como mejor directora de arte con su comedia dramática "Ghadi", y la mejor dirección fue para Emilio Ruiz Barrachina, con "El violín de piedra", cuya música sonó tan bien que mereció la mención especial para su compositor, Konstantin Chakarov.

El jurado, integrado por Richard Levene, premio "Puente de las artes" de Ficarq 2014, en la categoría de arquitectura; Carmelo Romero, miembro de la junta directiva de la Spain Film comission y del comité de dirección del Festival de cine de Málaga; el periodista musical Danny Faux; y Javier Espada, director del Centro Buñuel en Calanda, destacó la dificultad del fallo. Los miembros del jurado la atribuyeron a "la alta calidad" y a la "pluralidad" temática y presupuestaria de las cintas, que incluían "desde películas hechas con trescientos euros hasta alguna gran producción". Ello quedó reflejado en el empate "Escapes de gas", de Bruno Salas, y "Campaneros", del asturiano Isaac Bazán Escobar, como mejores documentales. El premio de la crítica fue para "Héroes del mal", de Zoe Berriatúa.

La cita, que volverá el año que viene a Oviedo tras las dos ediciones previas que tuvieron lugar en Avilés, se cerró ayer con una gala en el Campoamor. El evento fue presentado por los actores Patricia Valley y Antonio Meléndez Peso. "Estamos muy orgullosos de todas las películas que se han presentado", aseguró Peso. "El cine y la arquitectura tienen muchos paralelismos, en el espacio, la luz...", terció la actriz leonesa Patricia Valley durante el inicio de la gala que estuvo trufada de actuaciones musicales. Ambos no dudaron en hacer un guiño a la gastronomía local, con referencias al cachopo y a las casadielles. Los espectadores disfrutaron con las actuaciones de Rafael Amargo, del pianista Julio César Picos y del tenor Enrique Viana. El fin de fiesta se abrió con cuplés inspirados en el cine español de comienzos del siglo XX. Pero habrá propina, ya que los siete días dedicados al séptimo arte en Oviedo vivirán hoy su fundido en negro con la proyección, esta tarde en el Filarmónica, de algunas de las películas galardonadas.