"Se ha ido la alegría de una familia, pero también la luz y la sonrisa del comercio carbayón. Oviedo está de luto". El párroco de la iglesia de Santa María de San Claudio, Luis González, emocionó a las decenas de personas que abarrotaron el templo ayer por la tarde para despedir a Irene García Muñiz, la que fuera presidente de la Asociación Comercio Oviedo Antiguo, fallecida el sábado a los 42 años de forma repentina al sufrir un derrame cerebral producto de un aneurisma sin diagnosticar cuando estaba disfrutando de un día de sol y piscina en Verdicio con sus padres, su hijo de 13 años y su hermana.

Diez minutos antes de que comenzase el funeral, era imposible encontrar un hueco en la bancada principal o en el coro, por lo que decenas de personas se quedaron fuera, bajo el sol, durante los cuarenta y cinco minutos que duró la ceremonia para rendir su particular homenaje a Irene y poder abrazar a su familia. La misma frase se oyó tanto en el exterior como en el interior de la iglesia: "No es justo". Todo el mundo coincidió en que la antigua presidenta de los comerciantes del Antiguo se fue demasiado pronto.

La ex edil de Bienestar Social, Silvia Junco, y la exconcejala de Comercio, Trinidad Ordiz, ocuparon un discreto lugar al fondo del templo visiblemente emocionadas. "Trabajé muchísimo con ella en temas de participación ciudadana y siempre aportó ideas y proyectos, es una pérdida enorme para la ciudad", comentó Junco, ahora ajena a la Corporación municipal. Muy cerca de ellas, uno de los miembros de la Asociación "Oviedo Redondo", Francisco Alonso, insistió en que es necesario "revisar y llevar a cabo los miles de proyectos de esta chica, que conocía a la perfección su ciudad y el pequeño comercio". Tampoco quisieron faltar a la última cita con Irene otros impulsores de la actividad social y económica de Oviedo, como el presidente de Hostelería de Asturias, José Luis Álvarez Almeida; el presidente de la Asociación de vecinos del Cristo y Buenavista, Ramón del Fresno; o el portavoz de los residentes del casco antiguo, Juan García.

Irene García Muñiz vivió gran parte de su vida en San Claudio y, al igual que sus padres o su hermana, pronto despuntó por su faceta emprendedora y empresarial llegando a tener varias tiendas de ropa y complementos en el Fontán. Hace tres años formó la Asociación Comercio Oviedo Antiguo en defensa de los pequeños establecimientos del casco histórico.