La Policía Nacional ha iniciado una campaña informativa en los centros sociales y de salud del municipio para alertar a la población del aumento de los timos tradicionales, tales como el de la estampita o el tocomocho. El programa está dirigido especialmente a las personas más vulnerables y que según las estadísticas manejadas por los agentes, caen con más frecuencia en la trampa; los mayores de setenta años.

La última víctima fue una mujer de 83 años a la que ayer timaron en La Tenderina, cerca de una residencia de ancianos, por el método del tocomocho y a la que lograron robarle 2.900 euros. Su caso es uno más de los registrados en las últimas semanas en distintos barrios de Oviedo protagonizados por la propia víctima y dos estafadores; uno que finge padecer cierto retraso mental y otro que hace de gancho.

La Policía Nacional ha distribuido carteles y circulares informativas en los que explica en qué consisten estos timos y qué hacer para evitarlos. Además del de la estampita y el tocomocho, los estafadores también han usado a menudo estos días la conocida como "estafa del abrazo". El modus operandi es sencillo. El timador finge ser un turista que necesita saber dónde está el HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias) o un determinado centro de salud. Le pregunta a una persona mayor -su víctima preferida- y justo cuando obtiene la respuesta que busca, le da un abrazo a su interlocutor en señal de agradecimiento, para, de paso, robarle la cartera.

Según fuentes de la investigación, los estafadores proceden de Cáceres y están recorriendo Asturias desde hace algún tiempo. Hasta el momento han actuado en Oviedo, Gijón y Avilés, y siempre con la misma estrategia; por parejas y eligiendo a personas de avanzada edad. Los agentes ya han reconocido a una estafadora, miembro de un clan con numerosos antecedentes penales, y ahora estrechan el cerco para detener a la familia.

El timo de la estampita es uno de los que más usan en Oviedo. Su última víctima fue una mujer de avanzada edad a la que robaron unos 8.000 euros, el martes. Dos ladronas le hicieron creer que podía ganar mucho dinero, la indujeron a sacar parte de sus ahorros de varias entidades bancarias y finalmente le entregaron un paquete de azúcar.

Los hechos ocurrieron cuando la víctima salía del centro de salud del Cristo. Una chica con aparentes problemas mentales entabló conversación con ella y le enseñó un sobre lleno de "estampitas". En realidad, las postales eran billetes de cien euros "que no quería para nada". Unos minutos más tarde entró en escena el gancho, una mujer que dijo "pasar por allí" y a la que le llamó la atención lo que estaba pasando. Esta última estafadora sugirió comprarle las estampitas a la joven y repartirse el dinero.

La víctima entró en una entidad bancaria cercana donde tenía depositados sus ahorros para sacar 10.000 euros. Sin embargo, los trabajadores "notaron algo raro" en su comportamiento y llamaron a un familiar para contarle lo que estaba pasando. El pariente no autorizó la operación y la mujer se fue del banco. Sin embargo, el gancho la convenció para sacar dinero en otras sucursales. Al final, cuando creía que había hecho un gran negocio descubrió que le habían dado azúcar.