No hay ni rastro de veneno en las muestras de comida recogida en diversos parques caninos de Oviedo y que la Brigada Científica de la Policía Nacional ha analizado en sus laboratorios centrales de Madrid. Lo habían pedido vecinos y diversas asociaciones en defensa de los animales que recientemente denunciaron la intoxicación de perros tras ingerir trozos de carne o salchichas de procedencia desconocida que, según ellos, fueron tirados al suelo con la intención de acabar con la vida de las mascotas. "Todas las pruebas realizadas mediante técnicas de infrarrojos, cromatografía de gases de alta presión, espectrometría de masas, cromatografía de líquidos, y otras técnicas empleadas han dado un resultado negativo". Así lo afirman los agentes en su informe final, que además concluye que "las denuncias presentadas, y que tanto revuelo social suscitaron, resultaron ser una falsa alarma carente de cualquier fundamento científico".

La Policía Nacional afirma que se trata de las muestras recogidas en "distintos lugares del municipio", sin especificar las localizaciones exactas, pero fuentes internas aseguran que se trata de todas las obtenidas recientemente, por ejemplo, en el Campo San Francisco, donde un perro regurgitó trozos de comida supuestamente envenenados y recibió tratamiento veterinario. De hecho, en el laboratorio químico de Madrid no sólo examinaron alimentos, sino también restos de vómito, sangre y tejidos.

Uno de los últimos escenarios en los que apareció comida sospechosa fue en el entorno de Foncalada, en concreto, en el parque canino de la plaza Ana García. Los vecinos aseguran haber encontrado en mayo pastillas rellenas de matarratas. A primeros de junio se encontraron una zanca de pollo con mal aspecto, y posteriormente recogieron carne y trozos de salchicha; la última vez hace sólo dos semanas. Pese al comunicado policial difundido ayer, ninguno de estos vecinos ha recibido el resultado de los análisis de la Brigada Científica, que sólo tomó muestras un día.

Otra de las zonas en las que alguna vez ha aparecido comida para perros de dudosa procedencia es La Corredoria. El año pasado, los agentes acudieron a tomar muestras de alimentos esparcidos por una zona verde situada entre las calles Cuchichi y Vicente Miranda, alertados por los vecinos de que había veneno en ellos.

Según reza el informe de la Policía Nacional, "la mayor parte de los afectados llamaron a la Policía Local para denunciar los hechos, pero al ser informados de que no disponían de medios para el análisis de los alimentos recogidos, dieron aviso a los agentes de la Nacional".