El cabildo de la Catedral renunció ayer a la subvención de 20.700 euros anuales que recibía del Ayuntamiento desde hace más de una década. El deán, Benito Gallego, se reunió ayer por la mañana con el Alcalde, Wenceslao López, para comunicarle de forma oficial la renuncia a la ayuda para, explicó, "ser más libres y zanjar polémicas". La decisión del cabildo llega días después de que el tripartito local (PSOE, Somos e IU) cuestionara la validez de la ayuda por sospechar que pudiera ser incompatible con el cobro de las entradas (siete euros) por acceder a la Catedral.

El convenio, impulsado bajo el mandato de Gabino de Lorenzo (PP), recoge varias cláusulas, entre las que se incluye el acceso gratuito a grupos de escolares o de pensionistas, pero no se refiere al público en general. Los cinco grupos municipales acordaron la semana pasada por unanimidad estudiar el documento. Ayer, la noticia de la renuncia los dividió en dos bloques: a un lado PSOE, IU y Somos, que se dieron por satisfechos con la decisión del deán porque entienden que "no se debe mezclar actividad cultural con actividad religiosa". Al otro, PP y Ciudadanos, que creen que el cabildo no incumplía el convenio y que con la retirada de la ayuda "quien más pierde es la ciudad".

Siempre políticamente correcto y nada partidario de las polémicas, Benito Gallego quiso resaltar "la buena sintonía" con el Ayuntamiento antes de asegurar que no se renueva el convenio "para que no haya problema". La renuncia a la ayuda pública la explicó así: "Nos deja más libres. No pasa nada si esa cantidad se utiliza luego para cosas que no dejen bien a la Catedral o a la Iglesia. Preferimos ser libres, zanjar la polémica y dejar al cabildo más libre para poder actuar como quiera".

Gallego explicó que el cabildo seguirá con un "pequeño convenio" con Educación (algo más de 3.000 euros), que la Catedral continuará abriendo al mediodía y que a partir de ahora no organizarán más conciertos. Además, Gallego pidió que el Jardín de los Reyes Caudillos "quede tal y como está", aunque no entró en la discusión sobre su titularidad.

Wenceslao López, que recibió al deán y al secretario del cabildo, Manuel Ángel Acebal, se mostró partidario de colaboraciones entre la Iglesia y el Ayuntamiento "en beneficio de los ovetenses" y, sobre la renuncia al convenio, indicó que "tenían dificultades para mantener, por ejemplo, los conciertos en el Claustro", aseguró. López también habló sobre el Museo de las Reliquias, que el deán dio por perdido hace días. El regidor aclaró que es "un asunto en el que la Iglesia no tiene que intervenir" y apostó por el proyecto, pero "más adelante". A Oviedo "no le viene mal un museo de la ciudad, pero habrá que esperar a tiempos mejores y tratar de llevar adelante ese proyecto", aseguró.

La retirada de la ayuda municipal a la Catedral generó división entre los representantes de los grupos políticos en el Ayuntamiento. Los partidos de izquierda se mostraron de acuerdo. En el PSOE, el concejal Diego Valiño señaló que "nuestra pretensión es llegar a acuerdos siempre y cuando no se mezcle la actividad religiosa con la institucional". Una idea compartida con Ana Taboada (Somos), teniente alcalde de la ciudad, que considera que la renuncia es "respetable" porque "(el Cabildo) tendrá su propio interés" y cree que "es importante que las partes institucional y religiosa vayan separadas". El concejal de Cultura y teniente de alcalde, Roberto Sánchez Ramos (IU), se alegró de la decisión porque "la ciudadanía de Oviedo no podía pagar doblemente por un servicio" y señaló que "si ahora renuncia tendrá sus razones".

Por su parte, PP y Ciudadanos criticaron la situación. "La ciudad pierde más que la Catedral porque no hablamos de temas religiosos sino culturales. No se incumplía ninguno de los puntos del convenio y es una mala noticia para el concejo", aseguró María Ablanedo, responsable de cultura del PP. Ciudadanos se expresó en la misma línea. "El convenio no se estaba incumpliendo y era bueno para la ciudad", concluyó Luis Zaragoza, concejal en el Consistorio ovetense del partido naranja.