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Los ecologistas señalan las fuentes de alimentación como el origen del problema

Los expertos señalan a las fuentes de alimentación de las que las gaviotas se sirven como núcleo del problema. En este caso, el basurero de Cogersa constituiría el más importante, aunque los técnicos señalan que la empresa dispone de un programa para espantarlas mediante el uso de halcones. Fructuoso Pontigo, presidente de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, explicó que el problema con las gaviotas alcanza cotas mucho más altas en zonas costeras, pero que es cierto que hay zonas en Oviedo en las que también pueden resultar molestas. En este caso, las viviendas situadas en las zonas más altas de los edificios. "El problema radica en controlar la fuente de alimentación de la que se sirven; mientras tengan comida, van a seguir viniendo", relató Pontigo.

Los técnicos consultados por este periódico coinciden en que esta especie no es "demasiado problemática", más allá de la cantidad de decibelios de los ruidos que emiten a altas horas de la madrugada.

En zonas costeras, donde el problema es de una envergadura muy superior, se ha visto ya como algunas comunidades de vecinos y propietarios de establecimientos hosteleros recurren a estatuillas con forma de ave rapaz para ahuyentar tanto a gaviotas como a palomas. El problema de este "apaño" es que, pasado un tiempo, los pájaros terminan por perder el miedo a las figuras.

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