El concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos "Rivi" asegura que el paseo del Bombé "estará ocupado con actividades infantiles, orquestas y bailes a lo largo de San Mateo". De esta forma justifica la negativa municipal a que la asociación Hostelería de Asturias instale allí su feria gastronómica, Gastromateo. Según el edil, cuando recibió la solicitud de los hosteleros para celebrar allí el evento, el programa de ocio infantil de septiembre ya había sido cerrado. Sin embargo, añade a renglón seguido que "en cualquier caso, siempre tienen prioridad los festejos públicos frente a cualquier actividad de carácter privado", en clara alusión a la programación de San Mateo financiada con el dinero de las arcas del Ayuntamiento y a las barras regentadas por los hosteleros de Oviedo.

Enterado de la propuesta del presidente de Hostelería de Asturias, José Luis Álvarez Almeida, de quitar los chiringuitos del casco antiguo para instalar en su lugar los puestos de Gastromateo, el concejal de Cultura insiste en la prevalencia de lo público sobre lo privado. Además, en relación a la posibilidad de celebrar la feria gastronómica en la Fábrica de Armas, niega tajantemente que el Ayuntamiento pueda llevarlo a cabo "teniendo en cuenta que es propiedad del Ministerio de Defensa". A modo de ejemplo, "Rivi" dice que "es lo mismo que si quisieran hacer Gastromateo en el Carlos Tartiere, pues mire usted, pida permiso al Real Oviedo".

Almeida asegura que está dispuesto a hablar de cualquier otra nueva ubicación para su feria gastronómica (como el Parque de Invierno) pero el concejal de Cultura cierra la polémica al asegurar que no ha recibido más solicitudes.

El modelo de Gastromateo es una fórmula copiada de Santander donde los hosteleros instalan más de setenta casetas durante la semana grande. En Oviedo, hubo 33 puestos y jaimas establecidos durante diez días en el paseo de los Álamos el año pasado, y, según Almeida, la previsión era superior para este año. Las bases para participar en la feria gastronómica, que en esta ocasión abría las puertas a todos los establecimientos del municipio (como por ejemplo los de Trubia), ya estaban listas y a disposición de los interesados.