La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Plan de Movilidad Urbana, un año después

Los vecinos no se aclaran con las rutas

Los usuarios del transporte urbano no ven con malos ojos que se remodelen las líneas de autobús para "mejorarlas" y reclaman una bajada en los precios del billete

Los vecinos no se aclaran con las rutas TERESA SUÁREZ

Ha pasado un año desde que los autobuses urbanos de la ciudad cambiaron sus rutas. Doce meses en los que los usuarios todavía no tienen muy claro que líneas se mantienen o que líneas han sufrido alguna variación. Muchos se quejan de que ahora su ruta es mucho más larga, mientras que otros se alegran de que la frecuencia con la que pasan los autobuses por sus paradas es mucho mayor. Lo que los usuarios habituales no verían con malos ojos es que se llevara a cabo un plan para modificar las líneas de autobús y "adaptarlas" a sus necesidades. "La gente sigue teniendo muchas dudas, incluso los que suelen coger el autobús todos los días no acaban de enterarse muy bien cómo funciona la numeración de las líneas". Así explican dos conductores de estos autobuses urbanos los problemas que ha generado el cambio de numeración entre los usuarios.

Los vecinos de La Corredoria son unos de los más afectados por la reordenación de rutas. Aseguran que "no pasan los suficientes autobuses". María González y Ana Sánchez viven en este barrio ovetense. Por motivos laborales se desplazan todos los días al centro en la línea "C". Tienen una idea muy parecida del problema que tiene su línea. "Antes tardábamos 20 minutos en llegar a nuestras casas. El problema surge con las tres paradas que hace en el HUCA. Se hacen eternas y afectan mucho a los que vamos en dirección Lugones". Mauricio Castro, por su parte, se queja por la aglomeración de usuarios que día a día llenan los autobuses. "No me gusta que en los autobuses se acumule tanta gente. Debería de haber un límite de usuarios", afirmó Castro, mientras esperaba en una marquesina de La Corredoria para acudir al centro. Mariluz Buján es vecina de la Tenderina, y utiliza la misma línea que los residentes en La Corredoria. Está muy descontenta con el servicio actual de rutas, y aseguró: "Cuando las líneas estaban numeradas, las conocíamos todos y no había ningún problema. Nos resulta mucho más difícil por culpa de las letras".

En cambio, una ruta sí que parece que ha mejorado su servicio. Se trata de la línea "L", que ofrece el recorrido entre San Andrés de Trubia y Tudela Veguín. Álvaro Muñiz es vecino de Trubia, y se mostró encantado con la frecuencia con la que pasa su autobús: "Antes pasaba cada uno cada hora. Ahora ese tiempo se ha acortado la mitad, uno cada media hora. Estoy encantado". Aída Fernández, también vecina de San Andrés, matiza un poco más las palabras de Muñiz: "Es cierto que se ha reducido la frecuencia con la que pasan los autobuses, pero no hay rutas nocturnas. A las 22.00 horas pasa el último autobús", comentó, resignada por el horario nocturno de su ruta. Casi todos los usuarios habituales de este servicio conocen su ruta, pero desconocen el resto de líneas. Teresa Elices, Sabina Fernández y Ana Fernández utilizan rutas diferentes, pero algo tienen en común: solo conocen su trayecto: "No me pidas que haga transbordo, no sería capaz. De momento, con conocer mi ruta me vale". Mientras, Guillermo Muñiz, vecino de Fitoria, se queja por el coste del billete. "La verdad es que podían bajarlo un poco. Ha ido subiendo gradualmente y hay que decir basta", dijo.

Jaime Martínez, Isabel Álvarez se desempeñan perfectamente entre el transporte urbano de la ciudad. Ambos vivieron en Madrid, por lo que "están acostumbrados" a utilizar el transporte público. Los dos estaban esperando para coger el autobús después de una mañana de trabajo y afirmaron: "No tenemos ningún problema. Las dudas surgen el primer día".

Por su parte, Paula Menéndez también se mostró muy optimista con las nuevas rutas: "Al final te acabas acostumbrado. Soy de las pocas personas que nombran la línea por la letra y no por el número", aseguró. Un cambio, el de las rutas de los autobuses urbanos, que todavía da mucho que hablar en la ciudad.

Compartir el artículo

stats