Tras la celebración, a finales del pasado mes de julio, de las fiestas de Santiago, donde hubo actividades y diversión para todos, grandes y pequeños, agosto se deja sentir en Pruvia con una mayor tranquilidad. Aquellos que cuentan con praderías y ganado andan estos días a la hierba, como sucede en buena parte de Asturias, pues aún hay, en la parroquia, quien continúa manteniendo la actividad agraria y ganadera.

Otros, por el contrario, disfrutan de la tranquilidad de su hogar, como es el caso de Mariano Díaz, quien hace ya 16 años decidió cambiar la ciudad, Oviedo, por su residencia en Pruvia. "Bien podría decirse que fui uno de los primeros urbanitas que vino para aquí. Siempre me gustó la zona rural y aquí, además, estamos muy bien comunicados", afirma este hombre que se siente plenamente integrado en el vecindario y que participa en las actividades conjuntas que allí se llevan a cabo. No es Mariano Díaz de los que, como dicen en algunos pueblos, "vienen de la ciudad, construyen su casa en el campo y levantan alrededor un gran muro que les mantiene aislados del resto".

Uno de los vecinos queridos en Pruvia es Valentín Álvarez Menéndez, más conocido por "Jaulín", apodo con el que se le conoce cuando siendo muy joven se inició en el ciclismo profesional. Ganó varias competiciones a nivel nacional y participó durante ocho años en carreras individuales. Cada cierto tiempo le visitan tres buenos amigos con quienes mantiene una férrea amistad desde que hicieron juntos la mili en Zamora entre 1953 y 1954: Andrés Suárez, Jesús López Marqués y Manuel Suárez.

Y es que a "Jaulín", quien profesionalmente fue ebanista y carpintero, además de gran enamorado del deporte, le gusta de vez en cuando homenajear a sus amigos con una buena comida preparada por él mismo.