El escenario perfecto para soñar despiertos y olvidar la realidad que sigue su curso fuera. Así conciben al teatro Campoamor los actores que dieron vida, ayer, a la visita teatralizada "Vámonos pal Campo... Amorrrr", que se repetirá varias veces más a lo largo del mes de agosto. La imaginación comenzó a volar en cuanto el público pisó el recibidor, donde todo estaba dispuesto para olvidar el agotador orbayu que ayer acompañaba a la ciudad y comenzar a pensar en las delicias de la playa y del cálido clima veraniego. Todo ello, a ritmo de baile, canto y grandes dosis de humor para azucarar la agridulce actualidad de la crisis, la prima de riesgo o la deuda griega, para las que también hubo guiños musicales.

Durante aproximadamente una hora, los asistentes pasearon por las diferentes salas del teatro, desde el hall de entrada hasta el anfiteatro, pasando por el salón de te, para finalizar la visita en el patio de butacas. Allí, niños y adultos disfrutaron de una función dentro de la función, con amplias referencias a la cultura y gastronomía asturianas: el chorizo, el lacón y la morcilla cobraron vida para dejar servida una fabada con la que ir abriendo boca... para la siguiente función.