El rodaje de "El futuro ya no es lo que era" arrancó ayer a las 7.30 de la mañana. La jornada no fue sencilla. El teatro Campoamor es el lugar en el que se desarrollan las escenas clave de la película y la concentración del equipo permite pocas distracciones. Media hora para comer, alguna llamada en algún descanso y una sesión de casi once horas de trabajo después de haber dormido cuatro. Eso sí, en el Reconquista.