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Primero, el alcantarillado

Los pueblos agradecen las ayudas para el arreglo de casas pero anteponen a ellas servicios básicos como el agua o la basura

Las casas de Fitoria con Oviedo al fondo. LNE

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

José Enrique Vila Suárez, alcalde de barrio de Villamiana durante muchos años, habla ahora a título personal, como un vecino que conoce al dedillo el lugar donde vive. Ayer por la tarde andaba con prisa por salvar la hierba de la tormenta. Aún así sacó unos minutos para responder a la llamada de LA NUEVA ESPAÑA y reflexionar sobre las ayudas anunciadas por el concejal de Economía y Medio Rural, Rubén Rosón (Somos), para la rehabilitación de viviendas en la zona rural. "Demanda de casas no hay por aquí; algún hórreo o una cosa puntual", hizo memoria. "Lo que hace falta es terminar de meter el alcantarillado, y el agua, que las tuberías son antiguas y revientan por todos los lados, y el alumbrado público, y asfaltar las carreteras", repasó.

Vila desconfía de las subvenciones. "Nunca las dieron", se lamenta. Él dice preferir "que den más permisos de obra, créditos más baratos, que ayuden a la gente a meter el alcantarillado o que mejoren la recogida de basura, que en Villamiana pasa dos veces por semana". Lo demás, opina, son "milongas".

A algunos, como a Lourdes Mencía, de la Asociación de Vecinos Santaolaya de Colloto, el anuncio les coge en plenas vacaciones. "Nadie se ha puesto en contacto con nosotros", se extraña Mencía. Emma Escribano, que es vecina de Las Caldas y que formó parte de la lista electoral de Equo en las pasadas municipales, también anda de viaje. De todas formas se aventura a opinar. "Hay unas cuantas casas por la zona que necesitarían rehabilitación. Hay casas de gente mayor a las que les hace falta un arreglito y personas que quieren recuperar la vivienda en la que pasaron su infancia", cuenta. Añade que nada mejor para hacerlo que recurrir a trabajadores en paro, como propone el Ayuntamiento. "Eso es dinamizar activos", subraya.

José Ramón Huerta, de la Asociación de Festejos de Naves, espera la visita del concejal Rubén Rosón la próxima semana. Confía en que los nuevos responsables municipales "inviertan en la zona rural, que está muy abandonada". En Naves, según dice, las casas "no están muy deterioradas" aunque no están de más las ayudas para emprender pequeñas obras. Mucho mejor aún, añade, si sirven para dar trabajo a los vecinos que no lo tienen antes que "a empresas que vienen de fuera".

Emilio Peña, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo, considera que las subvenciones municipales ayudarán a "equiparar la zona rural y la urbana" y atraerán "gente joven" a los pueblos.

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