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Temor por el partido de España ante el mal estado del césped del Carlos Tartiere

La Federación Asturiana de Fútbol se ofrece al Ayuntamiento ovetense para costear la contratación de pesonal extra

Por la izquierda, Gonzalo de Azkárate, Vicente González, José Ramón Cuetos, Maximino Martínez y Vicente del Bosque, en julio, en el Tartiere. M. GÓMEZ

La Federación Asturiana de Fútbol está muy preocupada por el estado del césped del Carlos Tartiere, recinto que acogerá el próximo 5 de septiembre el partido internacional entre España y Eslovaquia. El presidente de la Federación regional, Maximino Martínez, se reunió ayer en Oviedo con la concejala de Infraestructuras, y actual alcaldesa en funciones, Ana Rivas (PSOE), para ofrecerle la posibilidad de contratar a personal extra con el objetivo de acelerar la mejora de la hierba del campo.

En la Federación entienden que los trabajadores municipales que actualmente pone el Ayuntamiento no son suficientes para llegar a tiempo al partido y atender los cuidados y las necesidades del césped, al que tratan de recuperar de una infección de hongos contraída hace varias semanas. El gobierno municipal se comprometió a estudiar la oferta de la Federación asturiana, que pagaría de su bolsillo a esos trabajadores extras. Con miles de entradas vendidas para el partido, la Federación descarta el traslado del partido al estadio de El Molinón de Gijón.

Los técnicos municipales que trabajan diariamente sobre el terreno mantienen que van en plazo y que el césped estará listo para el choque entre las dos selecciones, clasificatorio para la Eurocopa que se celebrará el próximo verano en Francia. La Federación, no obstante, duda de esas previsiones, especialmente después de hacer varias visitas al estadio (la última la semana pasada) y comprobar sobre el terreno que el estado de la hierba sigue siendo delicado para acoger encuentros de competición oficial. Por eso, propone aportar a los trabajos a sus propios especialistas, para garantizar el mejor estado de la hierba que exigen también desde Madrid. De hecho, el seleccionador, Vicente del Bosque, aseguró hace menos de un mes en Oviedo, durante la presentación del encuentro, que su principal preocupación era el césped y que lo esperaba en "las mejores condiciones posibles".

El mantenimiento de la hierba es competencia municipal y perteneciente al área de Parques y Jardines, dependiente de la concejalía de Infraestructuras, controlada por Ana Rivas (PSOE) desde la semana pasada (antes estaba en manos de Urbanismo -Somos-). El problema del césped viene de muy atrás, pero se recrudeció, cuentan los especialistas, a finales de la temporada pasada, tras el partido frente al Oviedo y el Nàstic (10 de junio). Hace varias semanas sufrió un ataque de hongos que todavía están intentando acabar de corregir. Los expertos consultados cuentan que la desinfección de la hierba llevó aparejado la quema de parte de ella, lo que debilitó su estado. Durante estos días se está pinchando el césped de forma esporádica para que vaya oxigenando. Además, la redimensión del terreno provocó que la línea de cal antigua esté aún visible y haya que taparla echando hierba encima y esperando a que salga y crezca nueva.

A principios de este año, el anterior gobierno municipal (PP) externalizó el servicio de mantenimiento del césped del Carlos Tartiere a la empresa FCC (cuyo primer accionista es el empresario mexicano y dueño del Real Oviedo, Carlos Slim). De hecho, durante los partidos que jugó el Oviedo la temporada pasada se pudo apreciar a operarios de la citada empresa salir al campo a arreglar distintas partes del campo. El pasado mes de marzo, la Junta de Gobierno aprobó otro tipo de actuaciones para intentar acelerar la mejora de la hierba. En concretó se llevaron a cabo unas acciones que se basaron en la "construcción de arquetas entre la red de avenamiento interior y la red de recogida perimetral del drenaje del campo". El presupuesto para esos trabajos fue de 15.488 euros. La anterior Corporación pensó también en su día adquirir unas lámparas de calor que consumen 250.000 euros en electricidad. La compra de ellas se descartó porque ascendía a un total de 600.000 euros.

Meses después el problema persiste y el tiempo se va agotando: el Oviedo empieza la Liga en nueve días y la Selección llega al Tartiere en veintidós. Además, entre el 5 de septiembre y el nueve de ese mes el campo tendrá que soportar tres partidos (el de España, los del Oviedo en Liga y en Copa) más el entrenamiento oficial de las selecciones.

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