Santiago Camporro Fernández nació en el barrio de Teatinos en 1957 y desde entonces ha sido testigo director de la evolución de una zona de Oviedo de la que nunca ha querido marcharse. Y es que, a pesar de los profundos cambios que ha sufrido el barrio, aún queda algo en sus calles que le hace recordar su infancia, como las antiguas viviendas de los años 50, con nombres tan sonoros como Costa Verde, que aún siguen e pie. Camporro considera que Teatinos aún mantiene mucho de su antigua esencia, aunque sólo sea porque los mayores del lugar siguen diciendo que suben a Oviedo, cuando se dirigen al centro. Una frase que tenía sentido hace años, pero que con el crecimiento expansivo del barrio y la mejora de las infraestructuras, ya no responde a la realidad.

La lucha por mantener la identidad del barrio. "Los jóvenes no entienden que se les hable del Campo de los Reyes como de una aparte ajena a Oviedo. Me parece bien mantener esa identidad de barrio para mejorar la zona en la que vivimos, pero por lo demás, esa desconexión con el centro ya es pasado; vivimos en una ciudad pequeña en la que exacerbar esos sentimientos sería absurdo. Al fin y al cabo, lo que pretendemos es vivir en nuestro barrio, en un sitio cómodo, con buenas instalaciones. A Teatinos le falta la rehabilitación urbana de esas casa antiguas, algunas de ellas en estado lamentable. Llevamos reivindicando esa remodelación, aunque Costa Verde está mejor que la colonia Ceano. Son grupos en los que vive gente muy mayor. En el ámbito cultural llevamos ya un tiempo trabajando con los miembros de Fuente Pando, de Pumarín, para tener una biblioteca digna. Ahora está en el centro social de Pumarín, donde Chelo, la bibliotecaria, no puede hacer su labor. Le propusimos al Ayuntamiento usar un edificio vacío frente al Campus del Milán, para convertirlo en un gran centro cultural. Estamos muy ilusionados, casi lo consideramos más factible que la cesión de los terrenos de La Vega".

Aquellos paseos hasta el colegio San Isidoro. "Estudié en el antiguo Colegio San Isidoro, donde ahora está la sede del Colegio de Abogados. En aquellos tiempos bajar y subir andando me llevaba una media hora. Nunca me fui del barrio, y esos que trabajo en Llanera. Mi mujer es de Piedras Blancas y nos casamos en Santa María del Naranco, porque de ahí son mis padres. Eso sí, me bauticé e hice la Primera Comunión en San Julián de los Prados".

La temprana vocación en el asociacionismo. "Llegué muy joven al movimiento vecinal, con 18 años, por el abandono en el que estaban los barrios. Por un lado, estábamos los vecinos del campo de los Reyes y por otro los de Teatinos. Antiguamente esa división la marcaba la antigua plaza ferroviaria de Feve y la actual Avenida del Cantábrico. Todos sufríamos los mismos inconvenientes. Nuestra asociación se creó en el año 1975. Hoy es la más antigua de Oviedo en funcionamiento. Empezamos a llamarnos Campo de los Reyes y Teatinos. Por cuestiones legales se nos obligó a poner un patronímico. Uno de los socios es un gran admirador del pintor Paulino Vicente. Pensamos en ponerle su nombre a la asociación. Le pedimos una entrevista y aceptó. Le emocionó la idea. Con los hijos mantenemos un estrecho contacto".

La rehabilitación de la iglesia de La Cadellada. "Queremos conseguir la rehabilitación de la Iglesia de La Cadellada y del mural de Paulino Vicente que está en su interior. Hace poco que la visitamos y la obra está en condiciones aceptables. Nos preocupa el tejado y parte de la estructura, porque tiene humedades. La torre también necesita una intervención urgente. El lugar es muy querido en el barrio, porque en mi época, todo estaba en condiciones lamentables, sin urbanizar y no teníamos instalaciones deportivas, salvo en el psiquiátrico, que había cancha de baloncesto. Íbamos a jugar y siempre pasábamos por delante de la iglesia. Muchos vecinos se han casado allí. La primera parroquia fue la de Santullano, luego la de Nuestra Señora de Covadonga cuyo párroco llevaba la liturgia para el psiquiátrico. La capilla permanece en pie, a las puertas del nuevo HUCA. Los hijos del pintor, Manolo y Paulina, apoyan que el edificio acoja una exposición permanente de la obra de su padre en el Museo de Bellas Artes. El Gobierno regional es el propietario del edificio, proyectado en la segunda década del siglo pasado, finalizado en los años 40 y en funcionamiento hasta 2005. Es un símbolo del barrio".

La cruzada contra las gaviotas. "Las gaviotas son una plaga en el barrio. Mi casa está cerca de dos nidos y por la noche el ruido que hacen es insoportable. Además nos preocupa la cuestión del tema sanitario. Las heces de estas aves son corrosivas y entre estos dos asentamientos tenemos zonas de juegos para los niños. Aparte, son agresivas y pueden llegar a atacar al hombre. Cada vez crecen más en número. Proponemos que se tomen medidas. Espantarlas no es suficiente. Habrá que hacer un estudio. Con las palomas pasa lo mismo. Nos acostumbramos, pero las heces provocan enfermedades".

"El futuro de Oviedo lo veo esperanzado. Conseguir cosas conlleva mucha lucha y esfuerzo, pero a pesar de todos esos inconvenientes, la satisfacción que sientes al verlas hechas compensa todo el esfuerzo".