La Universidad de Oviedo se quedó ayer fuera (y van doce años) de la selección de las 500 mejores universidades del mundo, según la clasificación académica mundial conocida como el Ranking de Shanghái del año 2015. Trece instituciones académicas españolas logran meterse en ese grupo de privilegio.

Por áreas, los estudios de Química en la Universidad de Oviedo, siempre los más valorados en este tipo de rankings internacionales, pierden presencia después de tres años consecutivos situados entre los doscientos más prestigiosos a nivel mundial.

La Universidad de Harvard sigue siendo la número uno en el mundo por decimotercer año consecutivo y le siguen Stanford, MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), Berkeley, Cambridge, Princeton, Caltech (Instituto de Tecnología de California), Columbia, Chicago y Oxford, situadas entre las diez mejores.

El ranking Shanghái deja bien claro dónde está la excelencia docente e investigadora en el mundo. De las 500 mejores universidades del planeta, 146 pertenecen a los Estados Unidos (casi el treinta por ciento). Le siguen a mucha distancia China (44), Alemania (39), Reino Unido (37), Francia (22) y Canadá, Italia y Australia, con veinte universidades cada uno.

España, con trece, se sitúa inmediatamente después de Japón, que incluyó 18 instituciones académicas en el ranking. La Universidad de Barcelona es la de mayor puntuación en España y se sitúa en el grupo entre la 151 y la 200 (Shanghái hace clasificación nominal una a una hasta la universidad número 100 y, a partir de ahí, agrupa en tramos).

La Química

La Universidad de Oviedo, con unos dos mil profesores, unas mil personas de administración y servicios y unos 23.000 alumnos, sigue sin entrar en el ranking de las 500 mejores en esta clasificación que muchos consideran como la más prestigiosa de las que anualmente ordenan las universidades del mundo a partir de parámetros de calidad, como son el número de publicaciones en revistas internacionales de prestigio reconocido y el número de citas de los trabajos de sus investigadores.

Pero Asturias no puede estar lejos de ese top 500. De hecho, algún otro ranking internacional la incluye; Shanghái lo hizo en la clasificación del año 2003 cuando situó a la Universidad de Oviedo en la franja comprendida entre la 451 y la 500, sin especificar puestos. Al año siguiente Oviedo desapareció y hasta la fecha.

Los estudios de Química en la Universidad de Oviedo habían sido seleccionados durante los años 2012, 2013 y 2014 en una franja de calidad que estaba entre los 150 y los 200 mejores. Este año tampoco es así.

Cataluña y Madrid copan prácticamente la presencia española en el top 500. Por áreas de conocimiento, en Ciencias y Matemáticas, la Universidad Autónoma de Madrid -donde investiga el catedrático asturiano de Matemáticas Juan Luis Vázquez- se sitúa en puesto de privilegio, entre la 76 y la 100 del mundo. La mejor clasificación sectorial de una Universidad española la logra la de Barcelona en el área de Medicina y Farmacia, entre los puestos 51 y 75 del mundo. Ya son palabras mayores.

Masa crítica

Las mejores universidades españolas del ranking presentan una masa crítica muy superior a la de la Universidad de Oviedo. La Universidad de Barcelona, la mejor situada por segundo año consecutivo, multiplica por cuatro la matriculación de la asturiana. Una Universidad andaluza, la de Granada, logró entrar ayer entre las 150 mejores del mundo en estudios de ingenierías. Granada tiene siempre presencia en la élite pero tiene más del doble de alumnos que la de Oviedo.

La excepción llega de Cataluña, donde la Pompeu Fabra se ha metido entre los puestos 200 y 300 del ranking mundial, con una matrícula que ronda los nueve mil alumnos.