"Hay dos formas de acabar con las sanidad pública: promoviendo la privatización y haciendo que no sea operativa por las listas de espera", subrayó Justo Rodríguez Braga, secretario general de UGT. Ayer, junto al líder de Comisiones Obreras, Antonio Pino, y tras su primera reunión con el nuevo consejero de Sanidad, Francisco del Busto, exigió la optimización de los recursos sanitarios públicos y una reorganización del trabajo de los profesionales, con el fin de que los centros hospitalarios funcionen a pleno rendimiento. "La fórmula ideal es que los médicos trabajen a tres turnos, igual que se hace en la siderurgia", manifestó Pino, y Rodríguez Braga añadió que para él, tras el esfuerzo y las inversiones realizadas, es inaceptable que "a las tres de la tarde las máquinas estén paradas" y que "un escáner trabaje seis horas".

"UGT, CC OO y la Consejería de Sanidad defendemos un sistema sanitario público, frente a quienes estando dentro y diciendo que lo defienden actúan como si quisieran su expropiación". De ese modo el dirigente de CC OO lanzaba una acusación velada al Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Ni él ni Rodríguez Braga lo nombraron explícitamente, pero dejaron bien claro de quien estaban hablando, y que sus acusaciones no iban dirigidas "a los médicos, sino a una organización".

Tras su primera reunión con el titular de Sanidad, los sindicatos dieron cuenta a los medios de comunicación de sus prioridades de cara a la negociación del plan de concertación social. La reducción de las listas de espera fue la primera que mencionaron. "No son soportables", manifestó Rodríguez Braga, y Pino señaló que han de reducirse no sólo las quirúrgicas sino las diagnósticas, que empujan a los enfermos a la sanidad privada. Ambas organizaciones coincidieron en que "aumenta la hospitalización en la sanidad privada" y el negocio de la sanidad florece. "Los hospitales privados están ampliándose e invirtiendo, y publicitándose", precisó Pino.

Rodríguez Braga y Pino insistieron en que sus críticas se dirigen a una minoría de profesionales y que sus federaciones de sanidad "defienden el empleo estable". "Es necesario recuperar todo lo que se ha quitado a los trabajadores de la sanidad pública", reconoció el portavoz de UGT. Explicaron que la Consejería está llevando a cabo un estudio detallado de la carga de trabajo centro por centro, con el objetivo de adecuar las plantillas.

Otro de los caballos de batalla de UGT y CC OO será la atención primaria, que según Antonio Pino, tras los últimos reajustes tiene la sensación de "ser el patito feo de la sanidad". Los sindicatos también se manifestaron partidarios del "desarrollo de la cooperación entre las áreas sanitarias". Su premisa es, según sintetizaron sus líderes, "que la sanidad no camine hacia el deterioro, abriendo espacios a la privatización". Como representantes de los usuarios, anunciaron que serán "exigentes con lo que los ciudadanos han pagado por anticipado".

En el transcurso del encuentro con el consejero Francisco del Busto, que tuvo lugar en la sede de la Consejería y que duró una hora, los portavoces sindicales se interesaron por el futuro de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (Finba), "una institución como no hay muchas", según Antonio Pino, y que está envuelta en un procedimiento que le dará forma de instituto, lo que facilitará su colaboración con diversas entidades y empresas. Según UGT y CC OO, el Principado tiene la obligación de obtener de la Finba "la máxima rentabilidad y retorno posibles".