Ayer, después de que los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras salieran de su primera reunión con el consejero de Sanidad pidiendo que el personal sanitario trabaje "a tres turnos, igual que se hace en las siderurgia", los profesionales de la sanidad pública asturiana se debatían "entre el cabreo y el cachondeo", según palabras textuales de uno de sus representantes. Las federaciones de sanidad de ambos sindicatos renegaban de sus propios líderes -Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino- y salían en defensa de sus compañeros, "que están dando el do de pecho". Sin más personal y sin poner fin a la precariedad laboral, advierten las organizaciones directamente vinculadas a la sanidad, no hay posibilidad de reorganizar el trabajo.

Juan Vila, responsable de salud de la Unión General de Trabajadores (UGT), ruega a su secretario general que sea "más generoso" con profesionales que, "en general, están dando el do de pecho en situaciones tan difíciles como el traslado del Hospital Universitario de Asturias (HUCA)". Vila le acusa de "estigmatizar" a los médicos y, aunque admite que hay que tomar medidas para acabar con las listas de espera, sostiene que "la receta hay que elaborarla contando con los profesionales". Explica que "hay que hacer un análisis de las cargas de cada centro y cada servicio" y "mejorar las plantillas". "Si una máquina puede funcionar diez horas no hay por qué usarla sólo cinco, pero para hacer eso hay que tener equipos", señala. "El trabajo a turnos requiere más personal: en el caso de las enfermeras, por cada puesto se necesitan casi cinco personas", indica.

Alejandro González, responsable de acción sindical de la Federación de Sanidad de CC OO, califica las declaraciones de los líderes sindicales de "desafortunadas" y considera "un error enfrentar a colectivos profesionales". Les recomienda que dejen "la sanidad para los sanitarios". González asegura que en la sanidad asturiana "la mitad de los trabajadores ya están a turnos", que "los hospitales están funcionando 24 horas" y que "el modelo instaurado es más barato". Agrega que para echar a andar la jornada por turnos "habría que contratar médicos, cuando no tenemos profesionales ni para cubrir los descubiertos que hay". Faltan médicos, comenta, porque "las condiciones de trabajo en Asturias son leoninas".

La Unión de Sindicatos Independientes del Principado de Asturias (Usipa) lamenta que Comisiones y UGT piensen que "los males de la sanidad pública son responsabilidad de los trabajadores, a los que tachan de vagos". Considera que sus responsables "revelan un absoluto desconocimiento de la sanidad y de la legalidad por la que se rige". "El personal facultativo de Asturias", señala, "es el que más horas trabaja en toda España, entre 50 y 60 semanales". "Pasar a trabajar a turnos conllevaría como mínimo triplicar las plantillas", añade. "Hay que reorganizar la atención", reconoce, pero advierte de que "un mayor número de horas debe llevar aparejado un aumento de la plantilla". "En la convocatoria de anestesia, con 300 residentes, aquí se convocaron 6 plazas y se cubrieron 3. Si quisiéramos pasar a un sistema de turnos necesitaríamos 120 más, y ahora hay 61", explica. "No se pueden defender privilegios pero no se pueden pisotear derechos", advierte.

Las declaraciones de los dirigentes de UGT y CC OO son "decepcionantes, muy desafortunadas, sin ningún viso de realismo y lamentables", a juicio de Alejandro Braña, presidente del Colegio de Médicos de Asturias. "El sistema sanitario, tanto la red de atención primaria como los hospitales, no tiene ningún punto en común con una empresa siderúrgica, y eso es una evidencia que no requiere más explicaciones", replica el doctor Braña, quien subraya que "la actividad en tres turnos para una especie de producción en cadena es inviable", ya que "exigiría aumentar la plantilla de una manera tremenda". El presidente de la corporación médica agrega que si, obviando los obstáculos citados, se implantara un modelo de trabajo a tres turnos, "en poco más de una semana llenaríamos los hospitales y aumentarían las complicaciones derivadas de una actividad quirúrgica en cadena".

Carlos Ponte, responsable en Asturias de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), considera que "la razón no la tienen ni los unos ni los otros", es decir, ni los máximos responsables de CC OO y UGT ni los del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) en su réplica. "Se confunden dos planos que es importante diferenciar: uno es una medicina de procedimientos (una endoscopia, una resonancia, técnicas de laboratorio?), que se hace de forma individual y que de alguna manera, aunque limitada, podría organizarse en turnos; y el otro es una medicina clínica, que requiere el trabajo en grupo y la presencia de todo el equipo". Ponte está de acuerdo en que "la actual organización, muy rígida, de ocho de la mañana a tres de la tarde, y luego a base de guardias, tiene poco sentido y es ampliamente susceptible de mejora". Pero apostilla que "trabajar a turnos tampoco tiene sentido".

Desde las asociaciones de usuarios, Dacio Alonso, presidente de la Unión de Consumidores (UCE), propugna "un pacto para cambiar la organización del sistema sanitario en Asturias". Considera que ha llegado el momento de escuchar a los pacientes y añade que "el sistema no está dando la satisfacción que espera el usuario, a pesar de las inversiones". "Los médicos no pueden condicionar el futuro de la sanidad", enfatiza. Añade que "no es razonable tener los quirófanos cerrados por la tarde y la solución no es pagar peonadas y horas extraordinarias".

Entre tanto, Susana Pérez-Alonso, presidenta de la Asociación de Usuarios de la Sanidad del Principado (Asencro), defiende "la cordura" y pregunta "cómo es posible que se permitan guardias seguidas de 36 horas". Las declaraciones de los líderes sindicales, cuya representatividad en el ámbito sanitario cuestiona, demuestran, dice, que "no tienen ni idea de lo que importa en sanidad, que son los resultados".