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El tripartito castigará a las empresas que "tiren" los precios en concursos públicos

El gobierno local incluirá en las subastas un sistema de puntuación que penalizará "ofertas pirata" para evitar bajas temerarias y sobrecostes

Rubén Rosón, durante la rueda de prensa de ayer en el Ayuntamiento. LNE

El gobierno local (Somos, PSOE e IU) tiene encima de la mesa un plan para regular, en la medida en que la legalidad lo permita, los concursos públicos que se lleven a cabo para optar a contratos con el Ayuntamiento. Una de las opciones que se han barajado, y en la que están de acuerdo los tres socios del tripartito, consiste en castigar a todas aquellas empresas que "tiren" los precios en las subastas con el único objetivo de hacerse con el contrato. El gobierno quiere evitar "ofertas pirata" de firmas que presenten bajas temerarias (presupuestos muy por debajo de lo establecido). Los dirigentes políticos entienden que estas compañías presentan ofertas "irreales" que luego dan lugar a sobrecostes y todo acaba repercutiendo sobre las condiciones de sus trabajadores.

Para ello, para evitar que estas "empresas pirata" puedan hacerse con los contratos, el gobierno estudia un nuevo sistema de puntuación que penalice a quienes bajen en exceso los precios. Se trata de un modelo de puntuación descendente que castigará a quien más se acerque a la baja temeraria: las ofertas más bajas tendrían menos puntos y, por extensión, menos probabilidades de hacerse con el contrato.

La medida fue anunciada ayer por el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), en una rueda de prensa ofrecida en el Ayuntamiento. "Queremos evitar que la bajada de precios en el momento de la licitación genere después sobrecostes o repercuta directamente sobre los trabajadores", aseguró Rosón, quien precisó que se han dado casos en el Ayuntamiento de compañías que han presentado una oferta "un 20 por ciento" más barata que el importe inicial. "El Ayuntamiento tendrá un cálculo de lo que puede costar ese trabajo, y si detecta que la propuesta de una empresa es muy baja, actuará. Queremos cortar de raíz ese tipo de prácticas", añadió el edil de Somos.

La iniciativa anunciada por Rosón fue propuesta hace varias semanas por el concejal de Interior, Iván Álvarez (IU). En realidad, se trata de una vieja reivindicación de colectivos como el de los constructores asturianos, que llevan años alertando de que las bajas temerarias se traducen después en cierres de empresas y despidos. La patronal, que asegura que las bajas temerarias provoca la llegada de compañías de fuera de la región, ha venido reclamando un sistema "homogéneo" que permita a las administraciones efectuar contrataciones "a precios razonables".

"Mis prioridades son las condiciones laborales y los derechos de los trabajadores", insistió Rosón, quien anunció una cláusula de subrogación obligatoria para que las empresas que tengan contrato con el Ayuntamiento no puedan despedir a trabajadores mientras dure el servicio. Una medida que ya se incluye desde hace meses en varios contratos municipales.

Rosón se reunirá el próximo miércoles con los representantes de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) para analizar la situación de la decena de trabajadores del plan de empleo que reclama contratos indefinidos. El edil insiste en que todavía no han recibido la denuncia.

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