"Cuba es una especie de sueño, y con su gente, su luz y sus espacios arquitectónicos tiene el encuadre perfecto para un fotógrafo", confiesa el ovetense Luisma Pevida, que ayer inauguró, en el bar El Cafetín, la muestra "Caminando Cuba, caminando un sueño". La exposición, que podrá ser disfrutada durante el próximo mes y medio, abarca una selección de veintiún fotografías realizadas durante sus frecuentes viajes a la isla, entre 1998 y 2010.

Durante estos años, entre idas con las maletas cargadas de carretes y vueltas marcadas por la necesidad de revelarlos, Pevida tuvo ocasión de relacionarse estrechamente con la gente de la isla. Y descubrió una alegría y una forma de vivir más sosegada. "Allí el reloj se detiene; es como si cada minuto durase setenta y cinco segundos en vez de sesenta..., y la gente es lo que más te engancha de todo, por lo entrañables que son, por su hospitalidad...".

Quizá por ello, las fotografías de Pevida se centran en los detalles de acontecimientos inmortalizados sin espera, sin preproducción y sin retoques, esforzándose por capturar la esencia de su cotidianidad. "Sólo cuando usaba la tecnología analógica empleaba un filtro polarizador. Ahora, con la digital, como mucho juego con los claroscuros, pero he prescindido de filtros".

Pevida acabó en La Habana por casualidad. Quería irse a esquiar, pero sus sobrinos, encandilados por el ambiente de la isla, le convencieron para embarcarse en una aventura en la que encontraría la "alegría, ilusión, espiritualidad..." necesarias para empeñarse a fondo en su pasión por la fotografía, un arte que también descubrió sin querer y gracias a su familia. "Mi hermano era el verdadero aficionado a la fotografía. Un día entré con él al cuarto oscuro donde revelaba sus carretes y vi cómo, en lo que me parecía un papel corriente, poco a poco iba apareciendo una imagen. Quedé fascinado".

De Cuba le embelesan también sus espacios, quizás fruto de su formación en arquitectura. "Lo que vemos ahora está deteriorado, pero, aún así, en La Habana te encuentras con unos trazados urbanísticos que impresionan. Me han comentado que Cuba está cambiando mucho; me gustaría que las mejoras urbanísticas se centrasen en restaurar los espacios, sin modificarlos, sin reconstruirlos de cero".