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Ribera de Arriba se harta de las tuberías

Preocupación vecinal por el nuevo levantamiento de fincas para reparar la canalización del agua que va hasta Oviedo

Andrés Núñez, en su finca de Bueño, muestra la traída del agua. MIKI LÓPEZ

Los vecinos de Ribera de Arriba verán próximamente cómo una docena de fincas de Bueño, Palomar y Santa Águeda serán levantadas para reparar las conducciones de la red de agua que abastece a Oviedo desde Cabornio. Esas tuberías, construidas ya hace cinco años con el consiguiente trabajo en las mismas parcelas que ahora se levantarán, no han sido utilizadas nunca por las reiteradas averías y reventones que se producían a lo largo de la canalización. La última vez que se probaron los nuevos conductos, en febrero, reventaron, e inundaron el pueblo de Palomar, dejando numerosos daños materiales.

Para evitar que se repitan nuevos reventones, el Ayuntamiento de Ribera de Arriba firmó el pasado martes las actas de ocupación temporal en fincas de Bueño, Santa Águeda y el propio Palomar, afectadas por la instalación del sistema. El objetivo es instalar unos dispositivos antireventones que funcionan como un sifón y que de forma automática las liberan de aire, evitando la formación de burbujas y la subida de presión que las hace estallar a la altura del municipio de Ribera de Arriba. La idea es que la ocupación de las fincas por la maquinaria y los operarios por parte de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico "no se extienda más de unas semanas", según palabras del alcalde socialista de Ribera de Arriba, José Ramón García.

La casa de Francisco Álvarez fue una de las más afectadas por el desborde del pasado febrero en Palomar ya que, según explica, "se encuentra en el punto más bajo del pueblo, y todo el agua cae hacia mi casa". Lo tiene muy fresco en la memoria, y cada vez que recuerda esta "catástrofe", se le ve sensiblemente emocionado. Lo explica junto a su esposa, que asiente a las explicaciones aunque prefiere permanecer en segundo plano. "Lo pasamos fatal. Nos llegaba el agua por el pecho", cuenta emocionado Francisco Álvarez. La pareja muestra las fotografías que tomaron de su casa días después de la inundación: "Estaba en un estado lamentable. Tuvimos que restaurar todos los muebles. Estaba todo manga por hombro". Además, acabaron muy descontentos con las compañías aseguradoras y con los responsables de la inundación: "No recibimos respuesta ni de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico ni del municipio. El poco dinero que conseguimos fue gracias al seguro privado que teníamos contratado", afirman. Tal es el "cansancio" que tienen estos vecinos por estar situados donde están, que planean una solución drástica: "Queremos vender la casa. Mira que la tenemos cariño, pero es que si no es una tubería reventada, son las lluvias fluviales, y si no, otra cosa. Estamos cansados", tercian.

Muchos vecinos de Palomar pasaron por la misma situación que Francisco Álvarez y su esposa. Andrés Nuñez va a ser uno de los afectados por esta ocupación temporal. Tiene una finca entre Bueño y Santa Águeda, y en las próximas semanas va ser ocupada por las maquinarias y operarios: "Esta finca era de mis padres y la tuve que abandonar. Entre que acceder aquí en coche es muy complicado, y lo de las tuberías, tuvimos que dejarla de lado", comenta. Un terreno de algo más de 1.000 metros cuadrados que, actualmente, no tiene utilidad, pero que años atrás daba sus frutos: "Teníamos más de 180 árboles frutícolas. Ahora, nada, se lo llevaron todo. Quizá te encuentres algún manzano, pero vamos esto ya no es lo que era", subraya. Núñez tiene claro cual es el motivo del problema de las nuevas tuberías: "Viene todo a raíz de la dejadez del Ayuntamiento de Oviedo y de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Casi ni miraron para la obra, y claro, surgen los problemas", explica. Y es que este vecino ya tiene experiencia en ocupaciones temporales. Por su finca pasan tres tuberías de diferentes épocas. "La primera se instaló hace 40 años, y dio muy pocos problemas. No entiendo cómo puede fallar la más reciente con el avance de las nuevas tecnologías. Algo se está haciendo mal", reflexiona.

La polémica ha saltado también al ruedo político. El único edil de Foro en el municipio, Borja Fernández aseguró ayer a través de un comunicado que los vecinos de Ribera de Arriba están viviendo una "pesadilla" por la traída de agua de Oviedo a Carbonio, y exige al Ayuntamiento, del PSOE, que "pida responsabilidades a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y al consistorio ovetense, ya que los vecinos no tienen por qué ver sus fincas destrozadas de nuevo". Insta además al alcalde riberano, José Ramón García Saiz a que tome medidas" para defender a los vecinos. "Hasta ahora han sido sustos, espero que no sea necesario que suceda una desgracia para que el equipo de gobierno socialista aterrice de sus vacaciones". Además, exigió a García Saiz que pida responsabilidades por los daños de las inundaciones del pasado febrero.

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