La gestión de la depuradora de Las Caldas "no es una prioridad" para el nuevo equipo de gobierno municipal. La infraestructura está en marcha tratando las aguas residuales de la zona Sur del concejo y funciona perfectamente, por lo que las conversaciones con el Principado para determinar quién debe gestionarla no está, de momento, en la agenda municipal. Así se refirió ayer a este asunto la concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos del Ayuntamiento de Oviedo, Ana Rivas (PSOE).

"La gestión de la depuradora de Las Caldas no es una prioridad, ni siquiera nos hemos puesto con ello. Nuestras prioridades en materia de aguas y saneamiento son otras. Nos preocupan las redes de saneamiento de la zona rural, y poner en marcha obras necesarias para atender las demandas de los vecinos", explicó Rivas en conversación con este periódico. Mientras, en el capítulo de abastecimiento de agua, Rivas señaló que una de las prioridades del nuevo equipo de gobierno es poner en marcha los nuevos depósitos del Cristo, una obra de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico que no se ha podido inaugurar al presentar grietas en la estructura. En este caso, el Ayuntamiento de Oviedo ya ha asumido la gestión de esta infraestructura, tras firmar un convenio con la Confederación.

Es precisamente este organismo estatal el que ha asumido, de forma provisional, la gestión de la estación depuradora de Las Caldas, dos años después de haber finalizado las obras. Aunque lo habitual es que el Principado asuma la gestión de este tipo de instalaciones, en el caso de Las Caldas, el anterior equipo de gobierno municipal del PP manifestó en 2013 su interés de gestionar la depuradora. En este sentido, las conversaciones entre la Consejería de Medio Ambiente (PSOE) y la administración local nunca prosperaron.

Con las obras finalizadas no tenía sentido mantener por más tiempo en desuso la depuradora de Casielles, en Las Caldas. De este modo, hace unos meses la Confederación Hidrográfica del Cantábrico decidió gestionar la estación a través de la empresa pública Tragsa. Esta operación conlleva un gasto de 100.000 euros al mes, que están siendo costeados con cargo al canon de saneamiento.

En el municipio quedan por finalizar las obras de las estaciones depuradoras de San Claudio y Villaperi, las dos con años de retraso respecto a los planes iniciales. En este caso es la sociedad estatal Acuaes la responsable de los trabajos.