"Nadie puede imaginar Asturias sin Covadonga". Con estas palabras, la periodista y escritora de novelas históricas María Teresa Álvarez daba inicio a las Fiestas de Nuestra Señora de Covadonga del Centro Asturiano. El discurso de la autora candasina, visiblemente emocionada, repasó la historia de Asturias, de Covadonga (íntimamente unidas, destacó) y del Centro Asturiano: "Aunque no seas asturiano ni creyente, el paisaje de la Santa Cueva eleva los sentimientos a cotas desconocidas de emoción".

Sin compañía de los restantes miembros del tripartito, al acto acudió el alcalde de Oviedo y socio veterano del club, Wenceslao López (PSOE). El regidor ensalzó las fiestas, "preámbulo de San Mateo", así como al club social ovetense, que "ha llegado casi a un nivel de perfección" y sin el cual "no se entendería Oviedo". Preguntado por LA NUEVA ESPAÑA si el Ayuntamiento mantendrá el apoyo económico al Centro Asturiano, López respondió sin ambages: "Por supuesto".

La pregonera fue presentada por la periodista ovetense del corazón, María Eugenia Yagüe, quien la calificó como "feminista por inteligente, no por militante", y destacó que fue la primera cronista deportiva documentada. También habló el presidente del Centro Asturiano, Alfredo Canteli, quien subrayó la "defensa de los valores tradicionales asturianos" como santo y seña de la entidad.

Tras el pregón se impusieron las bandas a la Reina de las Fiestas, Carolina de la Vega, y a sus damas de honor, Inés García-Marina y Sara María Rodríguez. Acto seguido, los presentes disfrutaron de un animado concierto ofrecido por la banda "Unión Musical del Principado", dirigida por el maestro Jesús Alberto Alonso Pacheco, que brilló por la juventud de sus componentes y la variedad de su repertorio. Asimismo actuaron durante este primer día de festejos la banda de gaitas y el grupo de baile del Centro Asturiano. Por la inauguración se dejaron caer la práctica totalidad de los concejales del PP; el portavoz de Ciudadanos, Luis Pacho; y el presidente del Real Oviedo, Jorge Menéndez Vallina.

Antes del pregón se había abierto la 37ª. edición de las Miniolimpiadas del Deporte. Al lado de la escultura "Amor al deporte", el grupo de triatlón, portador de la llama olímpica a pie desde la calle Uría, encendió el pebetero de los pequeños juegos. Durante la jornada también se inauguraron dos exposiciones. Una, de obras inéditas del pintor de Navelgas (Tineo) Manuel García Linares. La otra, de fotografía, con el título de "Asturias infinita", a cargo del coruñés Fernando Martínez Braña. Las celebraciones continuarán hasta el próximo martes, día 8.