Rubén Rosón lo intentó, pero no fue posible. Quería forzar al ex alcalde, Agustín Iglesias Caunedo (PP) a hablar en el Pleno sobre la trama del agua, el "caso Pokémon", por el que creen que el ex alcalde acabará imputado. Cuando se iba a levantar la sesión, Rosón dijo que tenía un ruego. Y lo comenzó a lanzar: "Las aguas de corrupción del 'caso Pokémon' están salpicando a esta casa..." Le interrumpió el portavoz del PP, Gerardo Antuña, señalando que los miembros del equipo de gobierno no se podía hacer ruegos a sí mismos.

"Tiene razón el señor Antuña, los ruegos son para el equipo de gobierno. Rubén, tienes que comprender que no puedes, el Alcalde soy yo", le dijo Wenceslao López. Rosón insistió, dijo que era algo importante. El secretario tuvo que interrumpir el Pleno para explicar la ley. Pero no había manera de convencer a Rosón. "Quiero hacer un ruego como concejal de Economía al Alcalde". Desde el PP atacó Antuña: "¿No va a controlar a su bancada y dejarle que haga como en las asambleas universitarias?". Lo resolvió finalmente el Alcalde: "Conozco de qué va el ruego, tienes que comprender que no puedes, lo veremos en la junta de gobierno".

Al final de la sesión Rosón declaró a los medios de comunicación que ya han enviado a los jueces los documentos que prueban la supuesta implicación de Caunedo con "Pokémon". También dijo, en respuesta a las declaraciones del ex alcalde llamándoles a él y a Taboada "sabuesos de pacotilla" que la oposición del PP "es una pataleta de niño pequeño". Sobre el supuesto impago de unas multas de la grúa que insinúo Caunedo -señalando a Somos- Rosón dijo que se trataba de una "cortina de humo".