La imagen de la calle Gascona ayer a mediodía era insólita: todas las terrazas estaban recogidas, pero no llovía ni los hosteleros se habían ido de vacaciones. Los negocios facilitaron la celebración de una iniciativa que divirtió a los participantes, pero también a los paseantes. Muchos se detuvieron ante la curiosidad que les generó lo que veían: era la primera carrera en madreñas cuesta arriba por la calle, en la que participaron algo más de 50 corredores entre hombres, mujeres y niños.

La artesana Encarnita Jiménez, "la Filandera", se situó en la salida para proporcionar madreñas y escarpines a los inscritos. También corrió ella misma. Había gente vestida de calle con sus propias alpargatas y muchos con ropa deportiva, de asociaciones como Moal o 6 Concejos. José Ovidio García acudió disfrazado desde Riaño para "animar", y en esta tarea lo ayudó el grupo de baile regional "Trasgu".

El primero en alzarse con el triunfo fue el niño Sergio García, con considerable ventaja, aunque llegó resollando. "La subida fue muy complicada", reconoció. María José Barcia, empleada de una de las sidrerías, agradeció los ánimos que le dieron sus compañeros para participar. Al cruzar la meta, ya ganador, Juan Pino reconoció que le favoreció la caída del corredor que iba en cabeza y pidió un circuito "mayor". Aunque hubo algunos contratiempos -una mujer se rompió una ceja- el desenlace fue feliz y ya todos pensaban en la próxima edición.