"Vamos a mantener muy viva Tribuna Ciudadana, su proyecto más amado, y es obligado hacer lo mismo con los demás; el premio 'Tigre Juan`', el Círculo de Valdediós y tantas otras cosas". Un emocionado Javier Gámez, miembro de la directiva de la asociación Tribuna Ciudadana, despidió así ayer a Juan Benito Argüelles al final del funeral oficiado por el vicario parroquial José Manuel Viña en la iglesia de San Juan. No llevó nada escrito porque sus palabras le salieron "del corazón". Ese fue el músculo que movió a las decenas de personas que abarrotaron el templo para dar el último adiós "al agitador cultural de Oviedo" y acompañar a su viuda, Lola Fernández Lucio y su familia.

Así le definió el exconsejero de Educación y expresidente del Consejo de Comunidades Asturianas, Manuel Fernández de la Cera, minutos antes de que comenzara la ceremonia. "Era evidentemente un agitador cultural que estuvo en todas las iniciativas de la sociedad civil", explicó De la Cera, que en su época en el equipo de gobierno autonómico de Pedro de Silva, mantuvo un estrecho contacto con el fallecido.

Gran parte de la izquierda asturiana acudió al funeral por Benito Argüelles. El Alcalde, Wenceslao López, ocupó un discreto lugar al fondo de la iglesia, de pie, a pocos metros del catedrático de Derecho Administrativo, Leopoldo Tolivar Alas, que exigió "un reconocimiento a la labor del fundador de Tribuna Ciudadana y la continuación de su legado". Tolivar explicó además que guarda un especial cariño al intelectual porque "junto a Alfredo Pérez Rubalcaba hizo de maestro de ceremonias en el acto de presentación de mi candidatura a la Alcaldía de Oviedo".

El eurodiputado Antonio Masip destacó los años de lucha antifranquista del fallecido, al que debe sus primeros contactos con el poeta Ángel González o el académico, Emilio Alarcos. También estuvo en San Juan el antiguo líder del PSOE en Mieres, Balbino Dosantos, que entró en la iglesia junto a un nutrido grupo de representantes del mundo cultural ovetense y asturiano.

Allí estuvo el exdelegado de la SGAE, Javier Vidal; el escultor, Fernando Alba; la galerista, Lucía Falcón; o los pintores, José Paredes, Manolo Linares y Carlos Sierra. Linares alabó "la extensa cultura de Benito Argüelles", del que dijo que tuvo todas las oportunidades que quiso para irse fuera y triunfar, "pero prefirió quedarse aquí y regalar su talento de bohemio entrañable".

Sierra, como Masip, agradeció al creador de Tribuna Ciudadana que le hubiera dado la oportunidad de conocer a referentes culturales como Rafael Alberti o Torrente Ballester. "Lo conocí en los sesenta cuando acababa de volver a Asturias tras ser secretario de Cela durante un año. Era una época estupenda, de hablar con Eduardo Úrculo o con Ángel González, de tertulias y de cenas. Son recuerdos inolvidables", comentó el pintor al término del funeral. "Me pongo a hablar de Juan y no paro, hasta me escribió los textos de una exposición. Lamento mucho su pérdida".

El presidente de la Sociedad Filarmónica, Jaime Álvarez-Buylla, se deshizo en halagos hacia Benito Argüelles, al que calificó como "un hombre de penetrante sensibilidad y de carácter altruista que creó eventos culturales de enorme relevancia".

Tanto las palabras del vicario parroquial -que animó a los presentes a mantener la serenidad ante la marcha de Benito Argüelles, "un hombre que aportó una compañía fraterna desinteresada y pura"-, como las de su compañero en Tribuna Ciudadana, Javier Gámez, emocionaron a su familia, amigos y compañeros. De hecho, en algún momento de la ceremonia, alguien intentó desencadenar un aplauso.

Juan Benito Argüelles falleció a los 85 años. Era licenciado en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo y catedrático de Francés en Enseñanza Secundaria. En 1980 fundó junto a su mujer, también profesora, la asociación democrática y abierta al debate Tribuna Ciudadana. El Gobierno del Principado le concedió la medalla de plata de Asturias "por su dedicación a la labor de gestión cultural" durante un acto celebrado el 8 de septiembre (Día de Asturias), al que asistieron representantes de la cultura y la política asturiana y española.

Su muerte ha conmocionado al mundo cultural e intelectual asturiano, que clama por la continuidad de su legado.