"Nuberu" y Hevia se emplearon a fondo anoche en la plaza de la Catedral para luchar contra el agua, que se empeñó en aparecer y quizá disfrutar también de sus conciertos. Su folk, su música asturiana, lució por encima del mal tiempo, un premio más que merecido para los varios centenares de fieles que permanecían a pie de escenario contra viento y marea.

Salió "Nuberu" con Chus Pedro a la cabeza. Todos los miembros de la formación original sobre las tablas de la plaza de Alfonso II el Casto, dispuestos a ofrecer sus himnos asturianos. Comenzó Chus Pedro apostando fuerte con "Santa Bárbara" y consiguió que le siguieran la corriente las gargantas que se cobijaban bajo los paraguas. A medio concierto, cuando la lluvia había dado una breve tregua, repitió la canción para goce general.

Chus Pedro y los suyos dejaron para el respetable una clara y concisa muestra de su repertorio clásico, el que llevan tocando los últimos cuarenta años. Cantaron canciones vaqueiras, explicaban la historia del grupo y la intercalaban con la actualidad de la región, como los cambios en los ayuntamiento o la apertura turística del pozo Sotón. Casi al final, el gaitero Hevia, (que tenía que tocar más tarde) salió para las dos últimas piezas, antes de los bises: "Chalaneru" y "El cantar del regresu". Terminó "Nuberu" y la lluvia arreció, lo que retrasó la salida del gaitero de Villaviciosa, que no compareció en el escenario hasta las doce menos cuarto. Dio las "gracias por venir" y se lanzó con lo suyo.