"Me lleva pegando toda la noche. Me va a matar". Una ovetense envió ayer a una amiga este mensaje por wasap hacia las nueve de la mañana y el texto se convirtió en su mejor salvavidas porque estaba herida de gravedad, con múltiples golpes y contusiones. Así, la receptora del mensaje alertó a la Policía Local, los agentes llevaron a la mujer al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y la Policía Nacional detuvo a su pareja en el domicilio que ambos comparten en el barrio de Vallobín por presuntos malos tratos.

La amiga se había quedado por la noche al cuidado de los hijos de la víctima. Cuando recibió el mensaje estaba en el colegio de los menores, una escuela concertada del centro de Oviedo, para dejarles en clase. Alarmada por el contenido del wasap, avisó por señas a la primera patrulla que vio en las inmediaciones y enseñó el texto a los agentes, que fueron de inmediato al domicilio de la emisora del mensaje.

Allí encontraron a la pareja. Ella, llena de lesiones en la cara y el cuerpo y su presunto agresor; un hombre que cuenta con antecedente por delitos de violencia de género, lesiones y robo.

Los últimos episodios de agresiones machistas en la capital asturiana se remontan a julio, cuando un hombre agredió a su mujer embarazada en el centro comercial de Calatrava ante la mirada de decenas de personas. Según testigos presenciales, una persona salió en defensa de la víctima y trató de paralizar a su pareja, mientras comerciantes y clientes llamaron a la Policía Nacional. Los agentes detuvieron al agresor y trasladaron a la mujer a un centro de salud cercano para evaluar el alcance de sus lesiones y comprobar si el bebé había sufrido. Finalmente, la pareja llegó a un acuerdo días más tarde para celebrar un juicio rápido en el que se decretó una orden de alejamiento al agresor. Unos días más tarde, la Guardia Civil detuvo a otro hombre por amenazar e insultar a su mujer en su domicilio de San Claudio. Los agentes acudieron a la vivienda alertados por los vecinos de un posible delito de violencia de género.

La mitad de las mujeres que ingresaron el año pasado en la Casa de Acogida de Oviedo no habían presentado denuncia. La otra mitad, un 49,29 por ciento, sí lo había hecho. Y durante su estancia en la institución, tres decidieron poner los hechos en conocimiento de las autoridades. Además, la mayoría de las que formularon denuncia disponían de disponían de una medida judicial de protección.