La del pulpo a feira es una receta simple: pulpo cocido, aceite, sal gorda y pimentón, pero hay quien ha conseguido elevarla a la categoría de arte. Es el caso del orensano -de Carballino- Francisco Gómez, que el pasado marzo se alzó con el trono del mejor pulpo a feira en el Fórum Gastronómico de Coruña y que ahora ha abierto un restaurante, A Feira en la ovetense plaza del Carbayón. Gómez declara que eligió Oviedo tras venir a eventos gastronómicos porque es una ciudad "muy comedora de pulpo" y no descarta expandirse por la región si tiene éxitos. Pertenece a la cuarta generación de pulpeiros en su familia y espera ampliar la carta tras San Mateo. Para él la clave del plato está en la "textura", en lograr el punto de cocción adecuado.

Entre el personal del establecimiento, que abrió al público el pasado día 3, hay mezcla de gallegos y asturianos. El encargado, Víctor Fernández, es un gijonés de Serín. Destaca que la acogida ha ido "muy bien" y que el pulpo a feira es sin duda "el producto estrella". Todos los demás productos, incluso los pimientos del padrón, son gallegos. Al frente de la cocina se encuentra el pulpeiro Javier Fuertes, que también procede de Carballino. Lleva ejerciendo el trabajo desde hace cuatro años, pero asegura que solo con verlo ya sabe si el pulpo está suficiente cocido o no. "Hay que hervir el agua sin ningún aditivo, echar el pulpo y en el momento en que bulle otra vez dejarlo de 15 a 20 minutos. Luego lavarlo y quitarle las vísceras, y dejarlo congelar mínimo una semana para que rompa la fibra. Dejarlo reposar 20 minutos, cortar y sazonar", explica Fuertes. "Quiero decir a los asturianos que el pulpo se tiene que comer algo duro", añade.