El empresario ruso Alexander Ermakov y la madre de sus tres hijos menores de edad, Beatriz Fernández, se negaron esta mañana a autorizar de forma voluntaria la entrada a su vivienda ilegal en pleno parque periurbano del Naranco del equipo de demolición que debía cumplir una orden judicial de derribo fijada para hoy a las 9.30 horas. La Policía Local levantó acta de lo sucedido y evitó entrar por la fuerza.

La familia pide "diálogo" al Ayuntamiento al entender que el derribo de la casa "no beneficia a nadie".