Los cien días del gobierno del tripartito de izquierdas (Somos, PSOE e IU) en la ciudad han generado reacciones de todo tipo entre los representantes de algunas de las instituciones y asociaciones con más peso en la capital del Principado. Los balances realizados por unos y otros giran alrededor de un puñado de argumentos que pueden reducirse en tres. El primero pasa por destacar que el nuevo gobierno local ha instaurado un nuevo talante, más conciliador y con las puertas abiertas para todos aquellos que lo deseen. El segundo se centra en asegurar que cien días no son nada, y que el tripartito necesita más tiempo para demostrar su capacidad de gestión. Y el tercero, el más crítico, se concentra en los que muchos consideran la "improvisación" con la que el frente de izquierdas ha afrontado cuestiones como las fiestas de San Mateo o las relaciones con la Iglesia.
Miguel de la Fuente, decano del Colegio de Economistas de Asturias, arranca su balance sobre los cien días del tripartito asegurando que "aún ha pasado muy poco tiempo como para poder valorar los proyectos que quieren desarrollar". Aunque tercia que todo lo planteado hasta ahora "parece bastante razonable". Sobre cuestiones como los roces con la Iglesia o el boicot municipal a Coca-Cola, De la Fuente las califica de "postureo". "No creo que la ausencia a los actos religiosos del Alcalde vayan a afectar a la calidad de vida de la ciudad. Son posturas que para los ciudadanos son intranscendentes". El economista también habla de la intención del tripartito de remunicipalizar determinados servicios, como la gestión de los tributos locales. "Lo importante es que los servicios sean buenos y eficientes económicamente, no sin son gestionados de manera pública o privada", zanja.
"Hasta ahora hemos tenido buena sintonía. Nos han recibido y han escuchado nuestras necesidades", tercia Emilio Peña, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (FAVO). El líder vecinal considera que en determinados asuntos el tripartito "puede estar pagando la novatada porque (muchos concejales) se han estrenado en el Ayuntamiento y han tenido que ponerse al día de muchos asuntos, pero considero que están actuando de manera positiva".
Juan García, presidente de la asociación de vecinos del Antiguo, no es tan benevolente como Peña. García considera que el balance del tripartito es "pésimo" ya que el nuevo gobierno local "ha abierto frentes y generado problemas que nunca existieron y que políticamente son muy graves". El representante vecinal enumera alguno de ellos, como que "Taboada quiera paliar un delito cambiando la ley de Espectáculos para que los bares tengan música en directo", en referencia a lo sucedido con el Cá Beleño. Sobre otras medidas, como el retorno del "núcleo duro" de las fiestas de San Mateo al Antiguo, es contundente: "Da la impresión de que no tienen un plan previo y que plantean las cosas a ver qué pasa. Están improvisando". García también da un tirón de orejas al edil de Cultura y Festejos Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", (IU), por su defensa del botellón. "Es preocupante que un concejal asegure que es un hecho cultural que niños y adolescentes se intoxiquen etílicamente".
Desde el ámbito cultural el análisis corresponde a la cronista de la ciudad, Carmen Ruiz-Tilve, que se muestra "expectante" sobre el resultado que puede dar la experiencia del primer tripartito en la capital. "Las fiestas paralizaron muchas cosas. Hay que esperar que la ciudad se ponga en marcha otra vez". Quizás por eso afirma que "no sé qué proyectos tienen ni los que se están realizando, aunque confío en que se pongan manos a la obra". "Esperemos que para la Navidad los Reyes Magos nos traigan algo. Bueno no, ni Reyes ni Magos, que ahora no están de moda", ironizó sobre la vertiente republicana y aconfesional del tripartito.
La rama productiva de la ciudad, representada por Fernando Corral, presidente de Unión Hotelera, es de los que piensa que "no hay elementos de juicio suficientes para valorar al tripartito" ya que asegura que "acaban de llegar al Ayuntamiento. Todavía es muy pronto para hacer análisis".
Por los hosteleros habla Edén Jiménez, presidente de la Asociación Unión y Defensa de Hosteleros de Asturias (ADHA), que destaca "las buenas palabras y la receptividad del tripartito". "De momento, en el Ayuntamiento solo nos hemos encontrado puertas abiertas. Al menos, y no como en la anterior etapa, tenemos a alguien con quien sentarnos a exponer nuestros problemas". Jiménez asegura que en el momento de que esto no sea así "lo diremos porque somos apolíticos". El hostelero advierte de que "exigiremos al tripartito que se plantee de verdad una moratoria en la aplicación de la ordenanza de las terrazas".
Ana María Alonso Cabrera, secretaria general de la unión comarcal de CC OO, considera que el desembarco de la izquierda en la junta de gobierno local ha introducido "un talante más positivo" con intención de "negociar y consensuar medidas con los agentes sociales". Alonso Cabrera destaca la apuesta por el "consenso y la búsqueda de soluciones" que los sindicatos se han encontrado al plantear temas a la nueva Corporación. En cuanto a las brechas abiertas por el tripartito -relaciones con la Iglesia, San Mateo...- la sindicalista opina que "todo obedece a un programa pactado por los tres partidos" y de él destaca su defensa "de una mayor transparencia" en la gestión de los fondos públicos porque "el dinero del Ayuntamiento es de todos".
Desde la junta de personal del Ayuntamiento, que representa a los funcionarios municipales, Xosé Nel Valdés (CC OO), reconoce las "decisiones traumáticas y dolorosas" que tendrá que afrontar el tripartito, como la polémica con los trabajadores de Recaudación y del plan de empleo, debido "a una conflictividad heredada".
